El presunto asesino de O Couto, Juan Fraga Allegue, declaró ayer ante el titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Ferrol, a petición propia, para aportar su versión de lo ocurrido el día del asesinato de su esposa Caridad Pérez Calderón, el pasado 29 de diciembre.
El hombre mantuvo su versión de los hechos. Relató al juez que cuando salió de casa, –sobre las 8:30 de la mañana–su mujer estaba durmiendo y que se encontró con la fatal escena al regresar al domicilio, sobre las 13.30 horas.
El magistrado insistió especialmente en que detallase sus movimientos en Ferrol y pidió al detenido que fuese conciso con las horas o la gente a la que vio durante esa jornada matutina en la ciudad.
Juan Fraga volvió a explicar que hizo algunos recados en compañía de un amigo en el Callao, en el edificio de la Xunta, en la sede Agencia Tributaria y que después paró en un centro comercial de Narón, antes de volver a casa.
Según su abogado, en una situación como esta, en la que no existen pruebas que apunten a su cliente –solo indicios–, es habitual que la instrucción del caso pida tanta exhaustividad en los hechos para detectar posibles contradicciones o “ver si algo no encaja” con lo relatado anteriormente.
La defensa sigue a la espera de la resolución del recurso de apelación interpuesto por el letrado Julio Barros ante la Audiencia Provincial de A Coruña para intentar que se le conceda a su cliente la libertad condicional, toda vez que el hombre, de 79 años, lleva un mes en la prisión preventiva en el centro penitenciario de Texeiro.
los hijos
Ayer, durante la declaración voluntaria en los juzgados de Ferrol, Juan Fraga estuvo acompañado de su hija, que desde un primer momento defendió la presunción de inocencia de su padre y puso en entredicho la versión del crimen machista, a pesar de la condena popular que existió sobre el caso.
El hijo del presunto asesino también apoyó a su padre en los primeros compases de la investigación.
Sin embargo, según fuentes cercanas al caso, en la última semana habría decidido personarse como acusación.
En un primer momento el hijo del acusado declaró como testigo, pero esta decisión podría suponer que la instrucción lo llamase a declarar nuevamente para comprobar si mantiene su relato.