Con 24 diputados, Vox fue la quinta fuerza. Se llevó el 10,26% de los votos de un país, en el que dos millones y medio de españoles depositaron su confianza en ellos, a diferencia de los 47.000 que lo hicieron en 2.016, un respaldo que se multiplicó por 55. Además, fue el mejor resultado de un partido a la derecha del PP, después de Fuerza Nueva de Blas Piñar en 1.979. Sin embargo, la entrada de los de Abascal en el Congreso será un estreno agridulce ya que no serán llave de gobierno tal y como pronosticaron en campaña.
Aún así, su mensaje tras saberse los resultados fue de “triunfo histórico” y de que con su presencia en el hemiciclo le darán voz a millones de españoles que estaban silenciados hasta ahora. El secretario general, Javier Ortega-Smith, se dirigió a los simpatizantes congregados en la plaza Colón sobre las diez y media. Al grito de “compatriotas”, les aseguró que la resistencia ya estaba dentro del Congreso y “no vamos a parar” porque “esto no ha hecho más que comenzar”. Añadió que los que no querían que estuvieran, fueron incapaces de echar a la “izquierda sectaria de España”, para arropar a los “enemigos de la nación”.
La formación de extrema derecha tenía preparada una macrofiesta en Madrid. Sin embargo, reinaron las caras serias y el ambiente fue tranquilo. Auguraban más de 50 diputados ya que pese a las encuestas que no los hacían “decisivos”, la movilización social en los mítines parecía auparles. Tras el escrutinio total de los votos, los simpatizantes achacaron el resultado al miedo de electores, de los que esperan apoyo en los siguientes comicios.
Entre consignas como “España cristiana, nunca musulmana”, Ortega-Smith indicó que nadie hizo sonar el himno de España en sus actos ni sacado la bandera y que solo ellos plantearon cuestiones como la inmigración y el expolio fiscal porque “ha tenido que venir Vox para poner los grandes temas encima de la mesa” y enfrentarse a las imposiciones de los totalitarios. Aseguró que cada diputado será un torbellino y que señalarán al PP y Ciudadanos.
Su presidente Santiago Abascal dio la bienvenida a la reconquista para agradecer el apoyo de los 50.000 afiliados y a los que les eligieron en las once provincias donde consiguieron representación y en las que no, porque todos estarán dentro de un mensaje de unidad por España. En Galicia, no lo lograron, al contrario que en Andalucía, donde sacaron seis, que se suman a los cinco madrileños, tres valencianos, dos de Castilla-La Mancha, otros dos de Murcia, y uno de Castilla y León, Cataluña, Extremadura, Baleares y Asturias.
Por su parte, el número uno de Vox por Barcelona, Ignacio Garriga, valoró la jornada como “día histórico” gracias a la obtención de un escaño, lo que significará el “inicio de la reconquista”. El partido dio el salto definitivo con cinco años de vida y propuestas como la eliminación de las autonomías, la supresión de la ley de violencia de género o la expulsión de los inmigrantes ilegales y de los legales que delincan.