Hubo un tiempo en el que los vecinos de la villa de As Pontes podían presumir y con razón de ser los únicos de la comarca a la hora de disponer en los meses de verano de una piscina al aire libre en la que aliviar el calor, la piscina de Lar. Y así fue durante los últimos cincuenta años. Este verano, sin embargo, la situación ha cambiado, a tenor de los resultados de una inspección realizada por Endesa, propietaria de la misma.
La empresa, según ella misma reconoce, ha detectado anomalías que obligan a acometer reformas, sobre todo, en lo que se refiere al sistema eléctrico del complejo. Por tal motivo, desde la compañía se anuncia el cierre cautelar de la piscina del Lar al menos durante los meses de julio y agosto, una cuestión que no ha sido muy bien recibida por los vecinos que consideran que sería mucho más acertado barajar otras fechas para realizar las obras y así garantizar el servicio tal y como ha venido funcionando hasta ahora. En este sentido, entre los usuarios de la piscina se alega que no se trata de unas reformas que requieran tanta urgencia.
Por otra parte, cabe recordar que desde el pasado verano el municipio dispone de una playa artificial construida a partir del lago que Endesa creó en el hueco en el que con anterioridad habían sido extraídos millones de toneladas de lignito.
El arenal resulta accesible para todas aquellas personas que deseen aprovechar los recursos que el lugar ofrece, desde un posible chapuzón hasta unas instalaciones pensadas para la práctica de otras actividades deportivas al aire libre.