Uno de los componentes hardware que ha revolucionado los ordenadores los últimos años son los discos. Se llevaban décadas utilizando discos duros magnéticos, sin que ninguna nueva tecnología los desbancase. La aparición de los discos de estado sólido SSD, ha supuesto la mejora en la escritura y lectura de datos, que ha impulsado mucho el rendimiento general de los ordenadores.
Los precios de los SSD empezaron siendo muy altos, pero la demanda ha hecho que dichos precios hayan caído rápidamente. Hoy se puede encontrar el mejor SSD de 500Gb por menos de 120€, precios que hace unos años se triplicaron.
Cuando se sustituye un disco magnético por uno de estado sólido, las mejoras de rendimiento en general son evidentes. Se empieza notando en el tiempo de arranque del sistema operativo, y luego en las operaciones rutinarias como copiar archivos, abrir programas, etc.
Las principales ventajas de utilizar un dispositivo SSD respecto a uno tradicional magnético son:
Los discos SSD utilizan memoria flash para guardar los datos (similar a la utilizada por discos externos pendrives, etc.). Esta memoria ofrece unas velocidades de lectura y escritura muy superiores a la del sistema magnético.
La conectividad entre un disco de estado sólido y un ordenador no varía respecto a la de los discos magnéticos, ya que siguen utilizando el puerto SATA que vienen en todas las placas base. Si un ordenador dispone de un puerto SATA, permite la instalación de un dispositivo SSD. Esto ha permitido que muchos equipos obsoletos hayan alargado su vida útil por el solo hecho de cambiar de disco magnético a sólido.
Las velocidades de escritura y lectura afectan a la mayoría de programas que se utilizan en un ordenador, pues siempre se están cargando o escribiendo datos desde el disco duro hacia la memoria RAM.
Sistemas operativos. Con la instalación de un SSD los sistemas operativos arrancarán y se cerrarán en menos tiempos. Además, el funcionamiento general se verá mejorado notablemente.
Aplicaciones. La apertura de programas y el funcionamiento de los mismos también se beneficiarán de este tipo de discos. En el caso de tener que cargar grandes cantidades de datos (vídeos, archivos de audio, comprimidos) se notará una gran mejora.
Videojuegos. Muchos videojuegos tienen fases de carga muy largas, donde se espera a que los datos gráficos y de audio se carguen al acceder a alguna zona. Con un SSD, el tiempo de espera se verá reducido considerablemente.
Con la bajada de precios, los SSD se han convertido en un producto muy apetecible a la hora de ampliar o montar un ordenador. Los antiguos problemas económicos de adquirir un SSD de alta capacidad de almacenamiento, se han terminado, y hoy es posible comprar un SSD de 500Gb por poco más de 100€.
Si quieres ver mejorada las prestaciones de tu nuevo ordenador, o potenciar tu antiguo PC, no dudes en incluir un disco de estado sólido.