Más que por la derrota en sí, por el hecho de que el Racing acumule seis partidos sin ganar o que los puestos que acarrean peligro de descenso –tanto el que obliga a ganar una eliminatoria para mantenerse o lo que condenan definitivamente a perder la categoría– estén a solo dos puntos, lo que peor le supo a Emilio Larraz del partido ante el Coruxo fue la sensación dejada por el equipo ferrolano. El entrenador racinguista, de hecho, creía que el empate de la jornada anterior frente al Pontevedra podía se un punto de partida desde el cual el equipo ferrolano podía volver empezar a crecer. “Pero todo lo contrario. Lejos de dar un paso adelante, se ha dado un paso atrás claro”, reconoció antes de añadir que “da la sensación de que esta mala racha está empezando a hacer daño”.

Partiendo de la base de que “rachas buenas y malas se tienen todas las temporadas”, el técnico racinguista se mostró especialmente preocupado por el hecho de que “pensábamos que uno de los puntos fuertes que tenía este grupo es que, cuando venían mal dadas, se unía y daba la cara”. Sin embargo, la impresión con la que sale del partido de ayer es la de que “con esta sensación no va a ser nada fácil sacar partidos adelante”. Larraz, de hecho, recuerda que en este tipo de situaciones, “tienes morir por la idea que tienes, independientemente que hagas las cosas mejor o peor. Y eso no está dando, porque al primer revés se tira la toalla”. Por eso cree que “es importante visualizar que el momento es delicado y debemos esforzarnos todos”.

Partido

En lo que respecta al partido, el preparador aragonés apuntó que “pocas días le va a costar al Coruxo ganarnos como hoy –por ayer–”. De hecho, a pesar de apuntar acciones como el penalti que significó el tanto del Coruxo o la expulsión recibida por Bruno Rivada como muestras que añadir a la nómina de polémicas arbitrales de la temporada, Larraz expuso que “si nos han ganado fácilmente es por demérito nuestro”.

De hecho, a pesar de cambiar en la segunda parte a un estilo de juego más directo para dar cierta sensación de miedo o de peligro, el entrenador zaragozano explicó que “ha durado poco y se ha hecho con muy poco convencimiento”. l