Los tres técnicos del Adif que declararon ayer ante el juez Luis Aláez siguieron la misma línea argumental por la que optaron sus compañeros un día antes. El accidente, en el que murieron 79 personas, se debió a un “fallo humano”, el del maquinista Francisco José Garzón, y sobre el trazado y las medidas de seguridad, eran las necesarias. Por lo menos eso es lo que defienden desde el Adif, una postura que, por su parte, critican las víctimas.
Como ya hicieran el pasado miércoles, los abogados que ejercen las acusaciones particulares fueron los que informaron del contenido de las declaraciones de los imputados, ya que estos se negaron a hablar a la salida del juzgado. Así, la Asociación de Afectados por el Accidente Ferroviario del Alvia de Santiago (Apafas), que ejerce como acusación particular, destacó que los técnicos se limitaron a apuntar al “factor humano”.
Tres responsables de seguridad de Adif prestaron ayer declaración como imputados durante más de cinco horas ante el titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Santiago, Luis Aláez, que lleva el caso del accidente de tren Alvia Madrid-Ferrol que el pasado 24 de julio descarriló en las proximidades de Santiago y causó la muerte a 79 personas y heridas a 150.
Fuentes de Apafas, personada junto a otras 62 víctimas en la causa del accidente, señalaron que los tres responsables de seguridad siguieron la misma línea argumental que expusieron en el director general de Seguridad en la Circulación de Adif, Manuel B.G., y el responsable en la Zona Noroeste, Fernando R.S., quienes declararon el miércoles.
No son responsables
Los tres cargos que testificaron ayer esquivaron preguntas relativas a la posibilidad de tratar de mejorar los sistemas de seguridad sobre los ya existentes, e insistieron en que se encontraron las ya implantadas cuando entró en funcionamiento la línea, y que no son los responsables de cambiar o instalar señales.
Además, según apuntó Apafas, eludieron responsabilidades e insistieron en que el sistema era seguro, y solo uno de ellos llegó a emplear el término “delicado” o “significativo, o algo así”, respecto del cambio de una recta de kilómetros hasta la curva de A Grandeira, en que se produjo el suceso que conmocionó Galicia.
En sus declaraciones, los responsables de Adif que testificaron los dos últimos días “derivan todo al factor humano”, y que si un maquinista cumple lo establecido en el libro horario y el cuadro de velocidades no se habría producido el siniestro.
“Siguen derivando las responsabilidades al factor humano, al maquinista, la seguridad exquisita, y los sistemas que hay, los adecuados”, resumieron.
Igualmente, indicaron que, cuando se les pregunta a los responsables de seguridad cómo es posible que hubiese una única señal de cambio de velocidad en el kilómetro 84,2, 182 metros después del lugar del fatal accidente, aseguran que “es la que hay y que está bien”, y argumentan, aseguraron, que el maquinista tenía que haber adoptado con anterioridad las medidas de precaución necesarias.
Un abogado de dos víctimas, José Lorenzo, comentó que el primer cargo de Adif, José Antonio G.D., jefe de sección de la gerencia del área de seguridad del Noroeste, declaró que “estaba bien la seguridad”.
Informó, además, de que el responsable de seguridad admitió en la jornada anterior y ante el juez, que un antiguo director general había ordenado desconectar el sistema que controla la velocidad y puede parar el tren en cualquier momento y presentó en el juzgado un correo electrónico en el que se daba esta instrucción.
Igualmente, comparecieron ayer los inspectores de la misma jefatura Carlos A-G y Roberto R.A, que prestaron declaración durante una hora y cuarto.