Mieles y hieles se alternan en el deporte con demasiada frecuencia y rapidez. Miriam Casillas (Badajoz, 1992) tocó el cielo deportivo el pasado agosto, vistiendo los colores nacionales en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. La carrera de la pacense del Triatlón Ferrol despegaba de forma fulgurante hasta que una lesión la frenó de raíz. Primero las molestias derivadas de un quiste en el tendón de aquiles y después la convalecencia derivada de la intervención a la que fue sometida para extirpárselo, la han tenido en el dique seco prácticamente toda la temporada.
Pocas alegrías deportivas le ha deparado hasta el momento un 2017 que, sin embargo, sí le permitió comprobar la pasada semana el cariño que le profesa la afición local. Su presencia en el Triatlón Cidade de Ferrol, organizado por el club departamental, se convirtió en uno de los grandes atractivos, sobre todo, para los niños de la escuela del club.
En Ferrol siempre es muy bien recibida
Sí, siempre que vengo me acogen genial. Llevo en el Triatlón Ferrol prácticamente toda mi carrera deportiva y desde que llegué aquí el club me ha tratado como si fuese mi casa y así me siento, como en mi casa.
Un club modesto en su planteamiento pero que ha logrado conformar una potente escuadra de competición. ¿Cómo se vive esto desde dentro?
El Triatlón Ferrol es un club con mucho nivel, pero que no ha perdido la esencia de seguir siendo un club de casa, en el que todo el mundo se conoce y se lleva bien. Eso me encanta. Es uno de los mejores de España y cuenta con triatletas que están destacando a nivel internacional y que compiten con la selección. Pero, al mismo tiempo, combina eso con una base muy potente y tener esa cantera que es lo que sustenta a un club como este.
¿Cómo han sido deportivamente sus últimos meses lidiando con su lesión en el tobillo?
Ha sido un año muy duro para mí a nivel deportivo. Tenía un quiste con líquido, que es una cosa muy inocua pero que estaba en muy mal sitio, así que tuve que pasar por quirófano para sacarlo. Llevaba arrastrándolo desde el año pasado y lo bueno es que al final di con lo que me pasaba. Ahora estoy motivada pensando en la recuperación. No sé si podré competir algo esta temporada o me tendré que centrar ya en la que viene, todo depende de cómo vayan los plazos. Es cierto que no ha sido un buen año, pero lo he aprovechado para seguir entrenando las otras disciplinas y eso me va a permitir dar un salto de calidad en natación y ciclismo, porque aún tenía margen de mejora.
Es mejor recuperarse bien que recuperarse pronto.
Exacto. No quiero presionarme a mí misma con los plazos para la reaparición y así poder centrarme en rehabilitarme muy bien. Después ya pensaré en entrenar y competir cuando llegue ese momento.
¿Cómo planifica el futuro?
El próximo año empezaré a competir un poco antes de mayo, porque he estado mucho parada. Pero será después de esa fecha cuando empiece la clasificación olímpica y me quiero centrar en eso. Todavía no se conocen los criterios de la Federcación, pero en otras ocasiones siempre se ponen en juego plazas para años antes, así que para mí será prioritario conseguirla entre 2018 y 2019 para no tener que sobrecargar el año olímpico.
¿Aún nos queda por ver a la mejor Miriam Casillas?
Creo que sí. Fui a Río con 24 años siendo la triatleta española más joven que había participado en unas olimpiadas. Para mí supuso que el año pasado fue muy duro, porque nunca antes había competido a ese nivel y tuve que hacer un gran esfuerzo para clasificarme. Ahora es momento de seguir creciendo, de aumentar mi nivel. A partir de los 25 años es la edad para despuntar, porque fisiológicamente es el mejor momento y, además, tienes más experiencia, te conoces a ti mismo, sabes cómo entrenar y empiezas a hacerlo mejor, también conoces a las rivales... Sí, creo que queda mucha Miriam por delante. l