Ferrol recuerda a Torrente con una ruta por los lugares de su vida

Ferrol recuerda a Torrente con  una ruta por los lugares de su vida
Ruta Torrentiana

La peripecia vital de Gonzalo Torrente Ballester en su ciudad natal se puede resumir en catorce “estaciones” que retratan su infancia y juventud y sus primeros años como profesor, hasta su muerte y reposo en el cementerio de Serantes. Un numeroso grupo de admiradores participó  ayer en la bautizada como “ruta torrentiana” por los lugares asociados a su vida, leyendo sus textos y recordando anécdotas. Escritores, periodistas y docentes como Xulio López Valcárcel, Xosé Carlos Caneiro, Carmen Becerra, Ramón Loureiro, Germán Castro o Siro López, entre otros, prestaron su voz a los recuerdos de Torrente y a párrafos de su obra dedicados al Paseo de Herrera, al paisaje industrial del Arsenal o al valle de Serantes. Guiados por José Antonio Ponte Far, abrían así los actos del XXV Premio de Narrativa Torrente Ballester, que organiza la Diputación de A Coruña, promotora además de este viaje.
Entre los caminantes estaban la vicepresidenta provincial, Mariel Padín, y la concejala ferrolana de Turismo, María del Carmen Fraga, circunstancia que se aprovechó para recordar que esta ruta, que ya cuenta con material impreso, se puede incluir dentro de las propuestas turísticas municipales. También acudieron a la cita torrentiana representantes de la Fundación Torrente Ballester, de la Fundación Carlos Casares y de otras instituciones de la ciudad como el Club de Prensa. Todos ellos se unieron con el “objetivo de recordar a Gonzalo Torrente Ballester en sus lugares más queridos y familiares”, apuntaba Ponte Far al inicio del trayecto, en la plaza de Amboage. Es este un lugar muy vinculado a la infancia del escritor, con el Tirso de Molina en el que estudió y con la calle Gravina en la que vivió cuando aprobó las oposiciones a catedrático de instituto y pidió Ferrol como destino. En el número 8 de esta calle residió en lo que consideraba “los años más felices de su vida” y allí celebraba cada jueves una tertulia a la que, cuando podía, asistía Álvaro Cunqueiro, y por la que también pasó el ya entonces médico Carlos Castilla del Pino cuando cumplía con el servicio militar. “Aquí empieza su carrera como escritor”, explicaba Ponte Far. “En esta casa escribe ‘Javier Mariño’, ‘El golpe de Estado de Guadalupe Limón’ y varias obras de teatro”.
La ruta continuó por el Paseo de Herrera, desde donde Torrente decía que se podía contemplar “el paisaje industrial más bonito del mundo”; el Jofre, a donde acudía a ver obras de teatro desde pequeño despertando una pasión que nunca lo abandonó; y el Casino, que frecuentaba y del que fue directivo. El Instituto Concepción Arenal (el antiguo, ahora Fundación Novacaixagalicia, y el actual de la calle Cuntis), en donde impartió clases en diversos períodos, el muelle de Curuxeiras por su querencia por el mar o el busto dedicado a Torrente en el campus de Ferrol forman parte también de un recorrido urbano –que no se hizo completo– que comienza en el actual Centro Torrente Ballester, en cuya casa anexa vivió hasta los cuatro años.

chamorro y a cabana
Desde el campus los participantes en la ruta se subieron en un autobús que los llevó a Chamorro para tener una completa vista del valle de Serantes; al cementerio de esta población (antiguo municipio y ahora perteneciente a Ferrol) donde se enterró a Torrente y donde se le hace una ofrenda floral cada año; y a la casa de sus abuelos maternos, en Os Corrais, donde nació un día de San Antonio que sus padres habían ido de romería. El viaje concluyó con una comida de confraternidad en O Escudo, que estuvo instalado precisamente en esta casa de Os Corrais hasta hace unos años y los más aguerridos continuaron a pie hasta la ermita de San Antonio de A Cabana para concluir el paseo. n

Ferrol recuerda a Torrente con una ruta por los lugares de su vida

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