La Calle Galiano es, junto con la Real, uno de los principales accesos peatonales al centro de la ciudad. Es más, los comerciantes asentados en esta vía, algunos históricos, aseguran que es “el acceso natural” al centro, sobre todo si uno llega desde la Plaza de España. Mansi Gil, de la mítica mercería Gil Senra, con 78 años de historia, sostiene que las obras en la plaza de España provocaron un cambio de concepto, de hábitos, la gente ahora accede al centro en transporte público y Galiano ha perdido un importante flujo de visitantes. Otros comerciantes en cambio, creen que es hora de superar esta actuación. “Ya han pasado años de las obras, hay que renovarse, no quedarse estancado”, explica Fátima de Joyería Jenaro. Mansi Gil, también considera que no son buenos tiempos para que la gente emprenda nuevos negocios “Hay que tener en cuenta que los beneficios pueden tardar varios años en producirse y los bancos aprietan y vivir con el agua al cuello no es fácil, se le quitan a cualquiera las ganas de meterse en un negocio”, asegura.
El comercio sostiene mayoritariamente que los interminables años de obras en la plaza de España han puesto la puntilla al sector. “Aquí si que se notaron las obras que hicieron unos y otros, y no tanto en la propia Plaza de España, donde la actividad comercial era muy inferior a la de Galiano”, explica Paco Rivera, que sostiene que la peatonalización no fue tan negativa para la calle como las obras en la céntrica plazas.
El comercio y los vecinos de esta céntrica calle forman parte de la historia de la ciudad, que vive momentos mejores y peores pero que, como dice la canción, ahí está viendo pasar el tiempo. l