El presidente de EEUU, Barack Obama, dijo en una entrevista que los “cambios históricos” en la política hacia Cuba ya dan “resultados” y, por otro lado, cree que ni su país ni el resto de la región deben “mantener silencio” sobre la situación en Venezuela.
“No exagero al decir que nuestra relación con el continente americano es la mejor que hemos tenido en muchas décadas”, dijo Obama antes de viajar a Panamá a participar, hoy y mañana, en la VII Cumbre de las Américas.
Además, Obama reiteró su compromiso con los países de Centroamérica para resolver los factores que generan la emigración hacia el norte y con la reforma migratoria en EEUU para regularizar a millones de indocumentados.
Asimismo, adelantó que aprovechará la Cumbre de Panamá para impulsar la competitividad y el comercio en todo el continente, como forma de cerrar la brecha entre ricos y pobres. “Hemos visto un aumento en el contacto entre el pueblo de Cuba y Estados Unidos, y el entusiasmo del pueblo cubano hacia estos cambios demuestra que vamos por el camino correcto”, señaló.
Según Obama, tras el histórico anuncio de normalización de relaciones hecho en diciembre, los diálogos bilaterales con Cuba constituyen “las negociaciones más intensas y de más alto nivel de las últimas décadas” entre los dos países. “Nuestros diplomáticos están realizando progresos significativos y estoy convencido de que podremos llevar adelante la reapertura de nuestras respectivas embajadas”, afirmó.
No obstante, el presidente matizó que esa reapertura es “tan solo una parte” del proceso de normalización de las relaciones diplomáticas, rotas desde 1961, y que los Gobiernos de Washington y La Habana ya han iniciado conversaciones sobre otros temas como aviación civil, derechos humanos y telecomunicaciones.
Obama insistió, por otro lado, en que su Gobierno y el de la isla siguen teniendo “diferencias significativas” en asuntos sobre derechos humanos, y agregó que EEUU “siempre apoyará los valores universales como la libertad de expresión y la libertad de asamblea”. “Durante la Cumbre de las Américas, me reuniré con líderes de la sociedad civil de toda la región, incluido Cuba”.
En cuanto a Venezuela, Obama consideró que ni EEUU ni el continente deben “mantener silencio” ante la situación en ese país, que se enfrenta actualmente a “retos enormes” y con cuyo Gobierno Washington sigue abierto al “diálogo directo”.
“No creemos que Venezuela sea una amenaza para Estados Unidos y Estados Unidos no es una amenaza para el Gobierno de Venezuela”, aclaró Obama.
“Pero seguimos muy preocupados por cómo el Gobierno venezolano sigue esforzándose por intimidar a sus adversarios políticos, incluido el arresto y acusación por cargos políticos en contra de funcionarios electos, y la erosión continua de los derechos humanos”, dijo a continuación.
La orden ejecutiva con la que Obama autorizó en marzo sanciones contra funcionarios del Gobierno de Nicolás Maduro y declaró a Venezuela una “amenaza” para la seguridad de EEUU ha empeorado las ya conflictivas relaciones bilaterales.