El Recimil trabaja para no sufrir como en el pasado

El Recimil trabaja para no sufrir como en el pasado
baloncesto entre el recimil y el tui

redacción
ferrol

Hace apenas una década, la competición senior masculina de baloncesto tenía aproximadamente una decena de equipos en su categoría local. A día de hoy, esa cifra, concretamente once, son las escuadras que competirán la próxima campaña en la Primera categoría autonómica, en teoría, la más importante de las que dependen de la Federación Gallega de Baloncesto. Serán dos conjuntos menos que el año pasado y muy lejos de los dieciséis a los que estaba abierto el campeonato. Y es que los problemas económicos y la devaluación de la competición ha propiciado que muchas escuadras se hayan retirado, otras hayan preferido bajar de categoría o, incluso, no ascender. Los gastos de arbitraje, fichas y, sobre todo, desplazamientos se disparan respecto a la Segunda División, en la que los equipos se reparten en dos grupos, y ello hace que muchas formaciones prefieran retirarse a un segundo plano esperando tiempos mejores.
No es ese, sin embargo, el planteamiento del Recimil, uno de los “valientes” que volverá a apostar por competir, una temporada más, en Primera División. Deportivamente, a última hora, el cuadro ferrolano comprobó que el descenso del Ourense lo “arrastraba” pero, la escasez de equipos y el hecho de que la formación ourensana se volviese a inscribir en EBA le abrió de nuevo las puertas de un campeonato en el que tratará de mejorar la imagen de las dos últimas campañas o, al menos, deshacerse de las malas vibraciones y derrotismo que dominó su juego.
No será fácil lograrlo pues Roberto Rivera, de nuevo al frente del proyecto deportivo del CD Recimil, contará con los efectivos justos para competir. No en vano, esta misma semana comenzó la pretemporada con solo nueve fichas cerradas. De ellas, siete corresponden a jugadores que ya vestían el año pasado la camiseta de la entidad ferrolana: Pablo Seijas, Cristian Vilela, Carlos Cotovad, Pablo Alejo, Sergio Rivera, Carlos Dobarrio y Samuel Penín. A ellos hay que sumarles el regreso de uno de los juniors que el año pasado militó en el Tirso, Sergio Costa; así como el fichaje de Sergio Rey, procedente del Narón. La incorporación de este último, sin embargo, se retrasará sensiblemente debido a la lesión en una mano que sufrió recientemente. Algunos jugadores, entre ellos Luis Otero, están entrenando con el club para mantenerse en forma a expensas de recibir alguna oferta interesante.
“Necesitamos reforzarnos con algún jugador interior y otro de perímetro para no pasar apuros”, advierte Roberto Rivera, consciente de que, con la plantilla actual, el equipo estaría abocado, de nuevo, a luchar por la permanencia. Un aspecto que, sin embargo, tampoco le preocupa demasiado, consciente de que el objetivo es seguir creciendo. Aunque, al menos, le gustaría que todos “disfrutásemos” más que los dos últimos años.

Maltrato
La Fegaba contaba con 33 escuadras entre la Primera y Segunda División. Sin embargo, en vez de componer una única categoría con todas ellas y dividirlas en dos grupos, optó por mantener la separación inicial y, así, se ha encontrado con solo once equipos en la principal. Ello supone cinco menos de lo esperado o, lo que es lo mismo, diez jornadas menos de liga para cubrir un total de veinte. El campeonato será corto, discontinuo –habrá que añadir los parones de Navidad y Semana Santa– y no satisface prácticamente a casi nadie pues, para mayor despropósito, no se conoce todavía ni su duración ni el calendario.
Todo parece indicar que no arrancará el día 21 de septiembre, como inicialmente estaba previsto, lo que puede hacer, incluso, que si se dilata mucho, escuadras como el Recimil hagan un parón en su pretemporada para no seguir acumulando semanas estériles de trabajo que terminen por sobrecargar y aburrir a los jugadores.

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