Tras casi tres horas declarando en el juzgado de instrucción número 6, por la operación “Zeta” en la que se le investiga como el supuesto cabecilla de una trama acusada de fraude en el cobro de subvenciones o estafa y malversación de 20 millones de euros caudales públicos destinados a formación, además de otros delitos conexos como falsedad documental, cohecho y blanqueo de de fondos publicos, Gerardo Crespo salió otra vez a la calle para reafirmarse en su inocencia. Para el empresario, el “complejo entramado delictivo” de la que habla la jueza instructora no es más que la forma de funcionar del sector, y espera que quede claro cuando presente un informe pericial de la Confederación de Empresarios de Centros de Formación de España.
Crespo se brindó a declarar de nuevo cuando dicho informe esté listo y adelantó que en él se explicará “por qué las empresas funcionábamos de esa manera”. Crespo cree que puede que a un magistrado o a un juez de instructora le parezca “extraño” porque no conoce la operativa del sector: “En ese informe pericial se va a explicar todo con sentencias del Tribunal de Cuentas y de Bruselas”.
No es la primera vez (la investigación comenzó en diciembre de 2011) que Crespo se escuda en la situación anómala de un sector, el de política social de empleo, que se rige por subvenciones y no por contratos de servicios. Eso significa que el curso debe hacerse, teóricamente, sin ganar dinero, de ahí que los impartan entidades sin ánimo de lucro. En el caso de Crespo, las clases no las daba directamente Azetanet, que es el nombre de su grupo empresarial, sino la Fundación para el Desarrollo de la Formación y la Empleabilidad (Fundefo), que la investigación califica de inventada y fantasma y la Asociación de Empresarios Discapacitados (AED).
informe tendencioso
Crespo no está solo, puesto que en la trama se incluye la Confederación de Autónomos y Empresarios de España (Caype) y la Federación de Autónomos de Galicia, cuyos responsables también declararon en su día, igual que ayer le tocó a Crespo. Lo cierto es que el empresario ya había sido citado a declarar en anteriores ocasiones, pero se había negado a a la espera de un informe de la Agencia Tributaria. “Podía haberme negado porque solo han presentado uno, de Fundefo, pero faltan doce más. Cuando estén listos, tendré que volver”, comentó Crespo, que calificó el texto de Hacienda de tendencioso: “Está hecho de parte”. Según él, obvia que Fundefo cofinanciaba los programas con un 25% de fondos privados.
El imputado asegura que era imposible falsificar cursos porque existe documentación, altas, y diplomas acreditativos. “Que la Xunta entregó. Si no eran verdad, que no lo hubieran hecho”, señala Crespo, obviando que en una inspección sorpresa se descubrió un aula vacía: “El sumario dice cosas de facturas, pa aquí, pa allá, pero todo tiene una explicación fácil, todo está auditado”.