El sorteo extraordinario de la Lotería de Navidad, sin lugar a dudas el de mayor entidad del año, ha dejado 1.250.000 euros en la ciudad naval. Más concretamente, una serie completa de diez números del segundo premio, vendida en la administración número nueve de Ferrol, la antigua Bonilla, situada al inicio de la calle Rubalcaba.
El número agraciado, el 06095, llegó tarde y por sorpresa –en torno a las 13.00 horas–, cuando ya parecía que la suerte pasaría de largo este año por la comarca. El lotero que repartió el número, Carlos Fernández, apenas pudo celebrarlo por las restricciones establecidas desde Loterías y Apuestas del Estado para evitar la propagación del coronavirus –”La alegría se lleva por dentro y al que le toque llevará más”, bromeó Fernández–.
Según explicó el administrador, la serie premiada se vendió en ventanilla y no correspondía a ninguna reserva, por lo que el ganador es desconocido, aunque Carlos cree que podría tratarse de alguien de la zona. Su trabajadora, Marisol López, una veterana que ha estado 46 años repartiendo suerte en ese mismo punto, se atreve a elucubrar más, apuntando que lo más probable es que el número se vendiese en verano, dado que no lo recordaba con exactitud y hacía tiempo que no tenían un boleto terminado en cinco. En cuanto al número en sí, López admite que no era demasiado atractivo porque “los ceros no llaman mucho” pero que, afortunadamente, “al final se venden todos”.
Como ya se ha mencionado, por el momento se desconoce la identidad de los premiados, que según apuntó Carlos Fernández, aún no habían llamado “pero me imagino que tampoco llamarán”. No obstante, el lotero también admite que, aunque lo supiera, tampoco lo contaría. “Secreto profesional, como los curas con el secreto de confesión”, aseveraba risueño tras la mascarilla.
Para Fernández, que se puso al frente de la veterana administración de lotería hace seis años, este es su segundo premio importante, aunque el único en unas fechas tan señaladas. En 2015 dieron uno de la Primitiva por valor de 895.726 euros. “De lotería es el primero que doy”, apuntó.
Menor participación
La pandemia de coronavirus resultó bastante lesiva para el negocio, señalaron tanto Fernández como López, que estiman el descenso en las ventas en torno a un 10%. Especialmente nefastas fueron las restricciones de movilidad durante la época veraniega, que si bien no resultaron tan recias como las impuestas a día de hoy, supusieron un importante descenso en el número de turistas.
“El verano se perdió, al no venir gente de fuera todas esas ventas se pierden”, lamenta el profesional. El grueso de los décimos, continúa, se dieron más “a última hora”, notando un claro descenso en las adquisiciones de billetes –”significativo, pero no tan signigicativo como lo ponen”, admitió más esperanzado–. En cuanto al próximo gran sorteo, el del Niño el próximo 6 de enero, el lotero apunta que ya están comenzando a vender los boletos y que un premio como este “ayuda”, pero que “luego depende de la economía de la gente”.
Finalmente, pese a las restricciones aconsejadas por Loterías y Apuestas del Estado, la insistencia de los vecinos y la alegría del momento lograron vencer las reticencias de los loteros que, guardando la distancia de seguridad, terminaron brindando con champán para celebrar la ocasión.
Récord en pedreas
Si bien repartir uno de los premios principales es una gran alegría, también lo es descubrir que en un año como este has batido el récord de pedreas entregadas. Es el caso de la administración de lotería número cuatro de Ferrol, situada en la calle Galiano, que en el sorteo de ayer repartieron más de 380.000 euros entre todos sus clientes.
El local, regentado por Javier Garaboa y Sagrario Pestilleiro, premió un total de 382 series repartidas en seis números, a los que habría que sumar otros cuatro de devoluciones. Ambos administradores manifestaron su satisfacción por haber contado con tantas series premiadas y por haber logrado vender la práctica totalidad de los billetes de las mismas, toda una proeza teniendo en cuenta que su local fue especialmente golpeado por la pandemia –la propia Sagrario enfermó de coronavirus meses atrás, pero afortunadamente superó la infección sin problema–.
“Yo al principio, cuando la cosa empezó, pensé que se iba a vender muchísimo menos” rememora Javier, aclarando que cada año cuentan con una devolución de sobre un 5% de los billetes y que este año estuvo en torno a un 7%, cuando anticipaban una cifra mucho mayor, especialmente tras tener que cerrar unas dos semanas por la Covid.
Así, aun siendo premios de menor tamaño, ambos loteros mostraron una gran satisfacción dado que “es un detalle muy grande para tantísima gente, porque date cuenta la cantidad de series y de décimos que son, más de 3.000, que son más de 3.000 personas que se van a llevar 100 o 120 euros”.