Los vecinos de Pontedeume se echaron ayer a la calle de forma masiva para expresar su apoyo al matrimonio de la villa que va a ser juzgado la semana próxima por la muerte de un joven ferrolano en julio de 2011. En la concentración, que se desarrolló en la plaza del Concello y calles aledañas, participaron entre 1.800 y 2.000 personas, según los datos facilitados por la Policía Local.
Los participantes leyeron un manifiesto de apoyo a los acusados en el que señalaban entender el sufrimiento de la familia del menor fallecido, pero también la angustia que está viviendo Agustín Carpente y su entorno por una muerte que consideran fruto de la "fatalidad". En este sentido, añadieron que cualquiera que se encontrara a un extraño en su casa de madrugada, sin conocer sus intenciones, reaccionaría de forma similar, tratando de defender su vida y la de su esposa.
Coincidiendo con la concentración, la mayoría de los comercios y algunos locales de hostelería de la villa cerraron sus puertas.
Agustín Carpente se enfrenta a la petición de las acusaciones particulares, ejercidas por la madre y las hermanas del fallecido, por una parte, y del padre, por otra, de 20 años de prisión.
Mientras tanto, la Fiscalía pide su absolución por entender que concurren las eximentes de legítima defensa y miedo insuperable.