El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) no discutió la posibilidad de adoptar nuevas medidas o ampliar el alcance de las que están en vigor al considerar que no dispone todavía de información suficiente para valorar el impacto del resultado favorable al Brexit en el referéndum del 23 de junio en Reino Unido, reconoció su presidente de la institución, Mario Draghi.
En la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno, que mantuvo estables los tipos de interés y el alcance mensual del programa de compra de activos del BCE, el banquero italiano subrayó que los mercados financieros demostraron su resiliencia y capeado el repunte de la volatilidad provocado por la victoria del Brexit.
Draghi admitió que la economía de la zona euro mantuvo el crecimiento durante el segundo trimestre, aunque a un ritmo algo inferior al 0,6% de los tres primeros meses y advirtió de que, a pesar de la dificultad para anticipar el efecto del Brexit en el crecimiento, es probable que suponga un “riesgo a la baja”.
Por otro lado, el presidente del BCE apuntó la posibilidad de que los recientes eventos en Turquía puedan llegar a tener un efecto negativo en la confianza de la zona euro.
De este modo, el presidente del BCE explicó que los miembros del Consejo concluyeron que en estos momentos no disponen de información suficiente para tomar decisiones y que en los próximos meses, cuando se conozcan las nuevas previsiones de los expertos del banco central, estarán en “mejores condiciones para valorar la situación de la economía”.
sanción a españa
Asimismo, el banquero italiano, que declinó valorar la oportunidad de una sanción a España por incumplir los objetivos de déficit, volvió a reclamar la implementación de reformas estructurales que permitan reducir el desempleo e impulsar el potencial de crecimiento.
Entre las posibles reformas que contribuirían a estimular la inversión y la creación de empleo, así como a mejorar la transmisión de la política monetaria del BCE, Draghi hizo especial hincapié en la resolución del problema de los prestamos en riesgo de mora o no productivos (NPL).
En este sentido Draghi defendió que las entidades europeas se encuentran actualmente en mejor situación y que las medidas del instituto emisor han aliviado el problema de la fragmentación del crédito.