La Armada no quiere que pase de este año el inicio del proceso de subasta de las dos fragatas de la clase “Baleares” que están amarradas en el Arsenal de Ferrol a la espera de su achatarramiento. Será este –su desguace– y no otro, el destino final de las dos unidades construidas en el astillero de Bazán en la década de los 70 del siglo pasado, la “Asturias” –F-74– y la “Extremadura” –F-75–, y que llevan ya años dadas de baja de la Armada.
Fuentes del Arsenal confirmaron esta semana que se continúan elaborando los pliegos técnicos y de condiciones por los que habrán de regirse las ofertas que presenten en un momento los licitadores. No obstante, esta fase, en la que se viene trabajando desde hace tiempo –las exigencias en materia de desmilitarización y desmontaje de elementos sensibles, por ejemplo el amianto, son muy altas en estos casos–, está previsto que finalice en los próximos meses y que “antes del verano” debería iniciarse, estima la Armada, el proceso de subasta, es decir, la apertura del plazo para la presentación de la documentación y ofertas por parte de las firmas interesadas en hacerse con los buques, que se enajenarán, salvo sorpresa, por separado, a diferencia de los “Tacañones”.
otros dos a la espera
La venta de las fragatas “Extremadura” y “Asturias” supondrá la extinción de la clase “Baleares”, que estuvo operativa en la Armada desde 1973, cuando fue entregada la primera unidad, que da nombre a la serie, y 2009, fecha en la que se inmovilizó la “Asturias”. Las F-100 son las sucesoras de estos buques, que integraron la 31ª Escuadrilla de Escoltas, con base en el Arsenal de Ferrol.
El proceso de baja y enajenación no ha sido el mismo para todas las unidades. La primera en desaparecer fue la “Cataluña”, que se utilizó como blanco en un ejercicio de tiro en 2007. Un año después, la “Andalucía” corrió la misma suerte.
El resto de las fragatas han tenido que esperar más. Por ejemplo, la “Baleares”, fue vendida por 350.000 euros a la UTE Actuaciones Navales Las Palmas y Recuperación Materiales Diversos, que la retiró el 22 de octubre de la estación naval de A Graña para desguazarla en un astillero de Vigo.
Junto con las fragatas, el patrullero “Chilreu” y el portaaviones “Príncipe de Asturias” están también inmobilizados.