La gratuidad en el servicio metropolitano de autobuses para los menores abrió a los estudiantes la posibilidad de acogerse a estos beneficios y poder viajar sin coste alguno en las líneas que pertenecen a esta red, una medida que, como en otras ciudades, se puso en marcha este mismo año en Ferrol. Otros jóvenes, sin embargo, no pueden hacer uso del servicio público de autobuses ni pagando sus billetes.
Este es el caso de los estudiantes que viven en la zona rural de Ferrol y que cursan sus estudios en su propio municipio pero, sin embargo, no cuentan con un servicio público que les permita desplazarse a las clases y deben disponer de que alguien pueda acercarlos en vehículo particular para llegar a sus colegios o institutos.
Aunque el problema afecta a varias zonas, algunas tienen un servicio más adaptado en cuanto horario; otras, como Covas o Esmelle, solo disponen de un bus que pasaría por la zona a las 9.30 y que no serviría para acudir a los centros escolares –que comienzan las clases a las 8.30 o 9.00 horas–.
Actualmente, solo pueden viajar en autobús los niños que acuden al colegio o instituto adscrito, porque ese transporte escolar es obligatorio y competencia de la Xunta, como todo lo relativo a la Educación. Ahora bien, los que estudien en cualquier otro centro de la ciudad, ya sea público o concertado, o los que cursen bachillerato –que por no ser una enseñanza obligatoria ya está exenta de transporte escolar– no tienen ninguna combinación de autobuses para acudir a clase.
reunión
Ante esta situación, que no es nueva sino que viene ya de años atrás, entidades vecinales de la zona rural y padres y madres de alumnos mantuvieron antes del inicio del curso, en el mes de septiembre, una reunión con la responsable de Mobilidade del Concello, María Fernández, y el edil de Educación, Suso Basterrechea, para intentar buscar, de forma conjunta, una solución a una cuestión como es la de las deficiencias de los servicios que se prestan en las parroquias ferrolanas.
La solución es compleja, como reconoce el propio concejal de Educación, ya que el servicio a la zona rural lo presta una empresa de autobuses –Monbús– que tiene la exclusividad de la zona y que, además, cuenta con un número de rutas y horas conveniados con la Xunta a través del plan de transporte metropolitano, que está en vigor.
Basterrechea explicó que desde el área de Mobilidade se han mantenido conversaciones con la empresa de autobuses con el fin de intentar que ajuste los horarios o estudie la posibilidad de incrementar las líneas, para que los estudiantes puedan hacer uso del transporte público que, además, contaría con al menos 25 personas interesadas por día.
La idea pasaría por un autobús que salga de la zona rural a tiempo para que esté en Ferrol a la hora de comienzo de las clases, si bien, en algunos centros empiezan a las 9.00 pero en otros a las 8.30, además, aunque el recorrido es corto, habría que llevar a cabo varias paradas y recorrer distintos puntos. La única solución que podría conseguirse, explicó el concejal de Educación, y en la que la empresa de autobuses estaría de acuerdo, es en poner un servicio a las 7.30 horas –aunque se llegaría con bastante antelación al centro escolar y muchos no disponen de servicio de espera o desayuno, al tratarse de institutos–.
Pero, aun admitiendo esta posibilidad de horarios, el problema radica en el regreso y ahí, indica el concejal, es donde el Concello está todavía negociando con la empresa de autobuses, ya que, aunque fuese intención municipal, no se puede poner un bus sin ser el de la firma que tiene la concesión de la línea.
La única respuesta al problema sería que el Concello aporte un refuerzo económico para que se pueda aumentar un horario de Ferrol-Covas que sirva para que los estudiantes regresen a comer a casa.
Así las cosas, el Concello está a la espera de que Monbús les presente una propuesta económica y se analice si es viable. El bus de las 7.30 sí podría funcionar, pero deben estar de acuerdo los padres en que se ponga en marcha con este horario.