Víctor Timiraos no preguntó por qué lo detenían, según los agentes encargados del arresto

En la segunda sesión del juicio por el crimen de Tejeras, que acabó con la vida de Marta Sequeiro, varios policías nacionales que tuvieron los primeros contactos con el acusado, Víctor Timiraos, negaron ayer que el presunto asesino estuviese “borracho” y calificaron su comportamiento de “normal” tras su detención en el local que regentaba, próximo al lugar donde se produjeron los fatales hechos.
Otros testigos declararon ayer ante el tribunal jurado, no así las dos hermanas de la fallecida que renunciaron a prestar declaración y optaron por seguir el juicio en la sala. Sí lo hizo un vecino que vive cerca del bar y que declaró que oyó pedir auxilio, pero que tanto él como su mujer pensaron inicialmente que se trataba de una pesadilla de su hijo. 
Tras él, prestaron declaración los policías que acudieron al bar de la víctima, una vez que se recibieron el aviso de la propietaria, que la fue la que encontró el cuerpo. A su llegada, según explicaron, encontraron el cadáver de Marta Sequeiro, de 43 años, en el suelo y en un charco de sangre. Además, había salpicaduras de en otros lugares del establecimiento.
Algunos agentes precisaron que parecía que el cuerpo lo habían arrastrado y confirmaron también que se podían apreciar cortes en la cara. Explicaron, además, que encontraron sangre con “una huella de Adidas”, en alusión al calzado que llevaba ese día el acusado, según les confirmaron dos clientes del local.

Un comportamiento extraño
Sobre el día de su detención, ya en la mañana del 25 de abril de 2016 –los hechos se produjeron, según Fiscalía en torno a las cinco de la madrugada– un agente mostró su extrañeza por el comportamiento del acusado. Este policía explicó ayer que cuando le pidieron que les acompañara a comisaría “no preguntó qué había pasado”. “Olía a alcohol, pero no estaba afectado”, detalló, en consonancia con el testimonio de otros compañeros. Los agentes que lo detuvieron recordaron que la primera vez no quiso declarar y que en la segunda ocasión les alegó que “solo recordaba haber visto un cuchillo y que luego apareció con la ropa ensangrentada”, en línea con el relato del acusado, quien aseguró el primer día del juicio tener “lagunas” sobre lo ocurrido.
Otro de los policías que declaró ayer, confirmó que la exmujer del acusado, que lo recogió tras recibir una llamada y le lavó la ropa ensangrentada, llevó por su propia voluntad la vestimenta del encausado a comisaría una vez supo de su detención. La mujer explicó al agente que había recogido a Víctor a la altura del túnel bajo la avenida de As Pías en estado de embriaguez. Posteriormente, una vez en su casa, un taxista lo llevó, como en otras ocasiones, hasta su lugar de trabajo.
Además de 15 años de prisión por un delito de homicidio, el Ministerio Público pide una indemnización de 200.000 euros para el hijo de la víctima. Por su parte, la acusación particular eleva la petición a 25 años de prisión por un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento. l

Víctor Timiraos no preguntó por qué lo detenían, según los agentes encargados del arresto

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