La avenida del Mar estrena un controvertido aparcamiento en espiga

La avenida del Mar estrena un controvertido aparcamiento en espiga
Nuevo aparcamiento en batería | d. alexandre

La buena noticia de la actuación en la avenida del Mar, reclamada por los vecinos y elogiada desde la entidad vecinal, se ha convertido, con los últimos retoques de la obra, en una pesadilla, al comprobar el pintado que se ha hecho y las soluciones para el tráfico que se han determinado, sin tener, por parte de la entidad vecinal del barrio, ninguna noticia previa.

Así las cosas, la presidenta de la AVV Cuco Ruiz de Cortázar explicó que estaban muy satisfechos con el aglomerado del vial pero ahora "se han tomado decisiones que no se nos habían trasmitido y los vecinos se han levantado con medidas que no se contaban". Entre estas, está el pintado del aparcamiento en espiga en la zona del paseo, entre otras, una medida que no se ha explicado ni se entiende por parte de muchos conductores que continúan aparcando de frente sin tener en cuenta el objetivo de esta actuación de "educación vial", que no se ha transmitido previamente.

El aparcamiento en espiga implica que se estacione en batería, en contra del sentido de la circulación y marcha atrás, para favorecer la visibilidad en la salida. Sin embargo, la medida no está siendo adoptada por los conductores y está provocando, cuando se realiza correctamente, adelantamientos o bocinazos de otros vehículos, como explica la representante vecinal.

Otra cuestión que no se ha tenido en cuenta en este pintado es la colocación de bandas reductoras, como se había reclamado, para sustituir a las bolas de caucho existentes y que se retiraban con facilidad. Ahora, se han colocado lomos de burro de muy baja altura, a juicio de la entidad vecinal, que apenas se notan y no obligan a reducir el tráfico. El problema radica, como explico Mapi Rodríguez, en el proyecto encargado, que no las incluye, y la empresa se niega a colocar otras, alegando que no cumplirían la normativa. Los pasos de peatones tampoco están situados como reclaman los vecinos, ya que no se obliga a una reducción de velocidad previamente –aunque hay algunos elevados– en zonas conflictivas como la entrada al Conservatorio o el cruce en la zona del Montón, donde concluye el paseo.

El edil de Urbanismo ha sido informado y estudiará posibles soluciones que, en todo caso, no entrarían dentro del proyecto ahora ejecutado.

La avenida del Mar estrena un controvertido aparcamiento en espiga

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