Después de quedarse con la miel en los labios el pasado sábado debido al empate con el que saldó su partido frente al Lugo B, el equipo juvenil del Racing vuelve a tener la ocasión de certificar su ascenso a División de Honor. Esta le aparece en el partido que lo enfrenta al Arosa este mediodía –12.00 horas, Manuel Jiménez–, al que llega con seis puntos de renta sobre el Victoria y otros tantos por ponerse en juego. Pero el hecho de que el cuadro herculino tenga el “average” particular a su favor es lo único que impide que el cuadro verde haya celebrado ya el salto a la elite nacional.
Esta vez la ocasión de asegurar el ascenso a División de Honor le llega al Racing a domicilio, frente a un rival que se está jugando la permanencia en la Liga Nacional. El equipo ferrolano, sin embargo, espera demostrar la fiabilidad que se desprende del hecho de que solo ha perdido un partido en lo que va de segunda vuelta para sumar el punto que necesita a una jornada para el final.
Para ello, el entrenador racinguista, Manel Fernández, ha insistido a sus jugadores en que jueguen como saben. Es el argumento con el que el Racing pretende ganar los dos partidos que le restan por jugar para, de esta manera, completar un gran campeonato. El técnico, de todas maneras, es consciente de que el arbitraje, el calor o lo mucho que se juega el rival pueden condicionar su puesta en escena en este partido y complicar el objetivo con el que acude.
Las bajas de Cibrán, lesionado desde hace algunas semanas, y Álex Rodríguez, que se cayó a última hora de la convocatoria por una enfermedad, son las dos que presenta el Racing para un partido que espera que sea definitivo.