Fin de la agonía. El Fabril ya es equipo de Tercera de forma matemática. Ayer volvió a sufrir una nueva derrota en Abegondo a pesar de exhibir fases de buen fútbol ante un Atlético de Madrid B que demostró su pegada, algo que durante toda la temporada ha brillado por su ausencia en el filial blanquiazul. La falta de contundencia en las área fue de nuevo un obstáculo insalvable para un Fabril en constante estado de ‘déjà vu’.
Luisito decidió alinear por segunda jornada seguida un Fabril con tres centrales (Mujaid, Quique y One), dos carrileros (Valín y Abeledo), un mediocentro defensivo (Gandoy), dos interiores (Sebas y Bicho) y dos jugadores arriba (Montiel, más mediapunta, y Uxío).
En apenas doce minutos de partido ya quedaron reflejados algunos de los males del filial durante la presente campaña. En primer lugar, la falta de acierto. El Fabril rondó primero el área rival pero sin puntería. Después de una combinación con paciencia entre varios fabrilistas, el balón le llegó a Abeledo en banda izquierda y puso un centro venenoso para la llegada de Uxío. El punta remató con sutileza pero San Román se quedó el cuero en las manos sin saber muy bien cómo.
En cambio, en el área contraria el Atlético B sí tuvo acierto en la jugada posterior. Una falta lateral botada por Cristian la cabeceó Mollejo, que el sábado jugó unos minutos en el Wanda ante el Celta, en dirección a portería y Álex Cobo no pudo hacer nada para detener el remate. 0-1.
Unos minutos después del gol, el Fabril gozó de una nueva ocasión en las botas de Montiel pero otra vez San Román despejó el zurdazo del mediapunta. Quince minutos, dos claras oportunidades del Fabril y una del Atlético B pero 0-1. El balance habitual de los blanquiazules en este curso.
Poco a poco el cuadro rojiblanco se fue soltando a la contra y puso a prueba a Álex Cobo en varias ocasiones. Y el portero respondió. Detuvo un disparo de Cristian desde el punto de penalti y en el minuto 25 sacó una mano salvadora para desviar un remate de Camello a centro de Carlos Isaac. Pinchi cazó el rechace dentro del área pero mandó el disparo a las nubes.
A pesar de los dos sustos, el Fabril no se vino abajo y continuó dominando. Abeledo siguió recorriendo la banda izquierda sin descanso y Bicho, Sebas y Montiel encontraron cierto espacio entre líneas para combinar. Al filial solo le faltaba generar más peligro ante una zaga bien plantada.
Más ocasiones
Tras el paso por vestuarios aumentó el número de llegadas por parte de los dos equipos. Pinchi, ex del Fabril, fue el primero en probar suerte con un disparo que se marchó al lateral de la red. La respuesta la dieron Valín, con un tiro flojo tras un error del propio Pinchi, y Sebas con una volea que se fue por encima del larguero. La ocasión más clara de los primeros minutos de la segunda mitad la tuvo Mollejo. El punta volvió a exhibir su potencial en el remate de cabeza pero esta vez su testarazo, impecable, se estrelló contra el larguero cuando Álex Cobo ya estaba batido. Acto seguido, el Fabril estuvo a punto de empatar tras un zurdazo de Bicho que salió rozando el poste de los rojiblancos.
Tras el tiro de Bicho el partido pasó por un tramo de calma hasta que el Rubén Fernández sentenció el choque y el descenso del Fabril en el minuto 83. Luisito había realizado un último cambio, con modificación de sistema incluida, cuando el Atlético B cogió descolocado a su rival para anotar el 0-2 tras un saque de banda. Una pared, un pase en profundidad y un toque de zurda de Rubén Fernández con sutileza para superar a Álex Cobo.
El Fabril, ni siendo superior, pudo mantenerse con vida en el partido hasta el final y el pitido final certificó un descenso matemático que no por esperado deja de doler.