El Racing dijo adiós a la Copa Federación. El Marino se tomó más en serio el partido de vuelta de la eliminatoria que los enfrentó y, con dos dianas en el tramo final del primer tiempo, puso una losa demasiado pesada para la escuadra entrenada por Aira. Los menos habituales se esforzaron en un once inicial con mucha juventud en sus filas, pero notaron en la segunda mitad el cansancio y la falta de ligazón entre líneas a la hora de crear juego. En cambio, la defensa asturiana estuvo muy firme y la escuadra de Luanco pasa a la siguiente ronda.
El juego del equipo asturiano fue mejor en la primera media hora, en un encuentro donde se notaba que estaban en liza los menos habituales. La defensa racinguista, aun así, resistía con seguridad, buscando la salida en las contras en pos de un tanto que pusiera la eliminatoria en franquía. Pero después de un primer aviso a cargo de Dani Pevida, apenas pasada la media hora de encuentro llegó el primer tanto local, obra de Alejandro. Era el justo premio al mejor juego de los de José Luis Quirós.
Trató de reaccionar la escuadra racinguista, pero al borde del descanso una acertada acción de los gozoniegos la convertía en el segundo tanto Pevida. Una jugada importante, un gol psicológico que obligaba al Racing de Ferrol a lograr dos dianas en el segundo periodo. Y es que la movilidad de Alejandro fue un factor diferencial en un primer periodo de tonalidad luanquina, ya que el meta local fue espectador.
SIN HISTORIA
Aunque trató de reaccionar el once gallego, el segundo periodo tuvo muy poca historia. Los locales se limitaron a administrar su ventaja en el marcador, dejando pasar los minutos con dos líneas de cuatro muy bien posicionadas y dejando el control del balón a un Racing inofensivo. De hecho, a pesar de los cambios, el equipo ferrolano no mejoró en exceso, solo con algún chispazo de Jorge Rodríguez en su pelea con los centrales asturianos. Pablo Rey se movía bien entre líneas y trató de sorprender con dos disparos lejanos, pero fueron casi las únicas oportunidades de gol para un cuadro verde que tampoco pareció apretar en exceso el acelerador buscando una remontada.
El Marino, muy cómodo sobre el rectángulo de juego, intentaba los robos de balón para germinar algún contragolpe, pero los locales estuvieron más fallones en un segundo periodo que se fue deslizando suavemente hacia el pitido final. Ni goles, ni ocasiones ni incidencias en esa media hora que acababa decretando la eliminación del Racing de Ferrol en la Copa Federación, un trofeo con escasos alicientes para los modestos y que, al fin, ya deja paso en A Malata al verdadero objetivo, que no es otro que la Liga, en donde el cuadro verde está haciendo un buen papel. n