Aunque no se ha podido hacer un seguimiento en los últimos meses, la Sociedade Galega de Historia Natural–SGHN– ya ha detectado un nido de píllaras das dunas –chorlitejo patinegro–, especie en categoría de protección especial, en la playa de Doniños y otro en Esmelle, con una puesta completa. Todo parece indicar, como explica Xan Rodríguez Silvar, que la ausencia de gente durante los meses de marzo y abril ha favorecido el desarrollo de esta especie protegida.
Ahora, con la presencia de los primeros paseantes –ya se han detectado padres, hijos y perros caminando sobre las dunas– es necesario extremar la precaución, como explica el profesor. “Esta etapa é moi delicada pois cada poliño tarda case un mes en poder voar, sendo moi vulnerable ao pisoteo de paseantes ou predación por cans”.
Aunque la presencia humana no es el único “enemigo” para estas aves que están protegidas legalmente por un Plan de Protección de Especies amenazadas específico, y las tormentas o la marea también acaban con los nidos, lo cierto es que los lugares de cría se ven fuertemente amenazados por los paseantes, que no respetan un espacio como son las dunas que, por otra parte, como indica el responsable de la SGHN, deberían estar más señalizadas o balizadas como ocurre en otros países o hasta en zonas como Menorca, pese a formar parte de la RED Natura 2000.
La época de cría de estas pequeñas aves se extiende hasta el mes de agosto, por lo que, pese a que se estima que habrá menos masificación esta temporada en los arenales, es necesario insistir, explica Silvar, en que no se usen las dunas como zona de tránsito.
El año pasado fue considerado el peor de la serie de estudio de la cría de píllaras, por lo que se espera que esta temporada pueda haber una recuperación.
Además de los chorlitejos, el confinamiento ha tenido otras repercusiones en especies naturales endémicas que también tiene su hábitat en los espacios dunares y así las dunas “atópanse moi recuperadas e a vexetación non está pisoteada como outros anos nestas datas”, apunta Rodríguez Silvar.
Primer cuervo sudafricano
La escasez de ocupantes de las zonas de playa ha permitido también el descubrimiento de una nueva ave en este espacio. Así, el pasado jueves se dio aviso a la SGHN (por parte de Ana, una vecina de Covas) de la presencia de un ejemplar de Corvus albus–cuervo sudafricano– en unos campos de Ponzos.
Esa misma tarde se presentó en la zona el ornitólogo de la entidad Francisco Girón, que lo identificó junto a David Martínez Lago, otro ornitólogo ferrolano. Ayer, Rodríguez Silvarcomprobó que seguía en la zona en solitario, cerca de un grupo de cornejas a las que se acercaba ocasionalmente. Tiene un tamaño mayor que estas y algo menor que el cuervo común –C.corax–..
Esta sería la tercera ocasión que esta ave se puede ver en Galicia, después de O Grove, entre 2006 y 2014, y Cariño, en 2007.
Con un área de distribución desde el Golfo de Guinea hasta Sudáfrica, se supone que estas aves que llegan a España pueden haberse trasladado a bordo de buques desde lugares como Ciudad del Cabo. l