El conselleiro de Economía e Industria, Francisco Conde, y el presidente de Reganosa, José María Paz, firmaron ayer un convenio de colaboración que hará realidad el proyecto de un buque suministrador de LNG, pieza clave de cara a hacer de la ría de Ferrol un nodo o “hub” de abastecimiento para el creciente número de barcos que van a utilizar este combustible. Reganosa convocará un concurso internacional para el diseño de este barco con un presupuesto de 222.000 euros, del cual la Xunta costeará el 45%.
Tal como ayer explicó el director de Reganosa, Emilio Bruquetas, durante el acto de formalización del convenio, el concurso tendrá de plazo hasta noviembre de 2015 y a través del mismo se contratará al socio tecnológico de un equipo que, además, estará formado por seis ingenieros y un técnico en gestión económica. El barco suministrador de GNL deberá servir para suministrar gas a flote a grandes portacontenedores, por lo que deberá tener un depósito con capacidad para los 8.000 metros cúbicos que estos necesitan, y también a pequeños pesqueros dentro de las rías gallegas, lo que requerirá que sea un navío de poco calado y buena navegabilidad.
En el acto, el conselleiro de Economía e Industria, Francisco Conde, expresó una vez más el apoyo decidido de la Xunta por este proyecto, que se puso en marcha en febrero de 2013 bajo el liderazgo de Reganosa y con la participación de la Autoridad Portuaria, la Universidade de Santiago, el Inega y Navantia. Arrancaba entonces una primera fase de estudio con un presupuesto de 1,2 millones de euros que está financiado al 50% por la Unión Europea, a través del programa Ten-T. Esa fase, que terminará en septiembre de este año y que conllevará más de 25.000 horas de trabajo, está actualmente al 71%.
“Este é un novo paso –señaló ayer Francisco Conde– para que Ferrol sexa o principal hub de LNG a nivel europeo”. El conselleiro destacó que así se contempla ya en la planificación energética europea para el período 2014-2024, si bien esto tendrá que incluirse todavía en la nacional. Por delante están, además del diseño y construcción del buque, la adecuación de las propias instalaciones de Reganosa para habilitar un segundo punto de atraque que permita compatibilizar la actividad del barco suministrador con las actuales operaciones de descarga.
En total, según se puso ayer de manifiesto, arranca un programa que conllevará la inversión de más de 150 millones de euros y que debería hacerse realidad en un horizonte de unos cuatro años, hacia 2019.