La Festa da Istoria, una máquina del tiempo hacia la Edad Media

La Festa da Istoria, una máquina del tiempo hacia la Edad Media
Baile medieval en la Plaza Mayor de Ribadavia durante la Festa da Istoria, uno de los actos más multitudinarios del verano de Ourense, en el que se reviven los ritos del medievo y el pago se hace en maravedíes. EFE

Ribadavia amanece con un aura diferente. Toneleros, artesanos, taberneros, trovadores o nobles se entremezclan en las calles de la villa de O Ribeiro. Los estamentos sociales de la Edad Media reaparecen en pleno siglo XXI, eso sí, sin las marcadas diferencias clasistas que los separaban y organizaban en dicha época.

Esa es la magia de la Festa da Istoria, que este 2013 alcanza su 25 edición.

Cada último sábado de agosto (o primero de septiembre) Ribadavia se engalana para viajar en el tiempo en una de las fiestas históricas más longevas y reconocidas, que cuenta incluso con el reconocimiento de celebración de Interés Turístico Nacional y que recrea la vida en el Medievo.

Pero, ¿qué hace que el que acude repita y el que aún no ha disfrutado del festejo piense 'del próximo año no pasa'?

Ribadavia cuenta con uno extenso y conservado barrio judío, con la guinda que supone el castillo de los Sarmiento, que convierte la localidad en un escenario inmejorable para una fiesta que comienza ya el viernes, con la "prehistoria".

Un espectáculo pirotécnico, la apertura del mercado medieval o la actuación de Luar na Lubre dieron ayer el pistoletazo de salida a la edición de este año.

Hoy, en el día grande, se materializa todo un año de trabajo. La indumentaria es uno de los pilares de la fiesta. De hecho, ciertos espacios, como el castillo, están reservados exclusivamente para personas vestidas de época.

Mientras algunos improvisan sus trajes medievales y otros optan por comprarlos ya confeccionados, hay quien emplea semanas en diseñar estas prendas y sus complementos, cuyo coste prefieren no calcular.

Pese al calor, el terciopelo y los cancanes no desaparecen del vestuario de las damas más nobles que lucen sus estilismos, junto a una representación de toda la sociedad, en el desfile que arrancó pasadas las 11:30 desde la Rúa Ribeiro hasta la fachada del castillo.

En el recorrido no faltan los gigantes que representan a los señores de la villa, Don Pedro y Doña Ana, que este año estuvieron acompañados por los gigantes de Allariz, Celanova, Ourense, Xinzo de Limia, la Banda de Gaitas Virgen do Portal o la de Verín.

Tras el recorrido, como paso previo a meterse de lleno en las diversas actividades que ofrece la Istoria, muchos optan por tomar un refrigerio, pero antes deben pasar por el banco Alhódiga.

Y es que los euros también desaparecen durante esta jornada. La moneda oficial pasa a ser el maravedí, la única que se acepta durante la fiesta. "Hay previstos 300.000 maravedís para el cambio", explica el director de la coordinadora de la Festa da Istoria, Miguel García.

A disposición de los visitantes, 90 puestos de artesanía y 20 de comida para disfrutar y hacer uso de esta moneda.

Con energías renovadas, el programa de actividades es muy amplio, desde cetrería, tiro con arco, tiro con ballesta o animación por la calles.

El baile medieval sigue reuniendo a un buen número de asistentes. Beatriz Domínguez, del grupo ribadaviense "Donas sen Cabaleiros", encargado de la danza, ha explicado a EFE cómo 22 personas del grupo adulto -tan solo un hombre- y otras tantas del infantil, todas voluntarias, ensayan "desde hace más de tres meses, tres días a la semana dos horas cada jornada".

Algunas de las participantes llevan bailando "estos 25 años" sacando horas de su tiempo libre para la práctica de los 12 bailes que interpretan

Otro de los actos que cuenta con gran éxito es la boda medieval, que recrea esa tradicional ceremonia. Para ser el novio o la novia no es necesario ser de la villa, tan solo solicitarlo, aunque existe lista de espera de tres años.

Pero cualquier dama puede cobrar protagonismo al convertirse en la enamorada de alguno de los caballeros del torneo medieval, otro de los atractivos del festejo. En él, un grupo especializado en este tipo de espectáculos, ilustra cómo sería una disputa de este tipo entre caballeros montados en sus corceles.

El punto y final puede ponerse con una típica cena medieval. La oficial, que se celebra en la antigua iglesia de la Magdalena y que requiere inscripción previa, tendrá como menú "empanada, trucha, lamprea, cabrito y dulces medievales" todo regado, como no podía ser de otra manera, con Ribeiro, explica García.

Durante todo el día se cuida cada detalle: las botellas se tintan para que el plástico simule barro, la música ambienta las calles, la comida utiliza, dentro de lo posible, productos que se adapten a la época, se habilitan zonas de aparcamiento, autobuses gratuitos hacen rutas desde otros núcleos y un dispositivo especial regula el tráfico.

Lo que no es medieval es el operativo de seguridad y limpieza desplegado. El alcalde de Ribadavia, Marcos Blanco (PSOE), cuenta a EFE que son 70 las personas que se encargan de la seguridad "entre Protección Civil, Policía Local y Guardia Civil".

Además, se habilitarán "tres puntos de asistencia médica" para atender las lesiones de menor gravedad, como "pequeños cortes o algunas cuestiones relacionadas con el alcohol". También estarán preparadas "ambulancias medicalizadas" para atención y traslados.

Desde las 07:00 horas de mañana domingo y hasta las 13:00 horas un dispositivo especial de limpieza "con 25 operarios" acomodará la villa para los nuevos visitantes y vecinos

Todo encaminado al disfrute sin inconvenientes de una fiesta que atrae entre "30.000 y 35.000 personas", y que supone un movimiento de dinero de "aproximadamente 500.000 euros" según el alcalde.

Con el final del día, comienzan los preparativos de la 26ª edición, que es posible gracias al apoyo de los asistentes, pero con el imprescindible e incansable trabajo de los 18 miembros estables de la coordinadora, que alcanzan las 150 personas durante los ensayos y 350 voluntarios durante la jornada de hoy.

 

 

Alba Chao

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