19 de Febrero

19 de Febrero
Vista general de la calle 19 de Febrero en Serantes | Jorge Meis

Ciertamente, la naturaleza ha sido pródiga y generosa con Serantes; el contraste y variedad que ofrece a sus visitantes es sorprendente: del monte de Chamorro a unos magníficos arenales como el de San Jorge o el de Doniños; del mar indómito y bravío de Cabo Prior al reposo y placidez campestre de Pazos.
Pero –como el título del artículo indica- hoy el punto de atención no va a ser la naturaleza sino algo debido a la mano del hombre: la calle 19 de Febrero, que –como, probablemente, el lector conoce- es una larga vía que cruza Serantes en dirección noreste-sureste al principio, luego norte-sur, y más tarde, en su tramo final gira a la derecha siguiendo la dirección este-oeste. Todo ello, claro está, situando el comienzo de la calle en la carretera de Covas y su final detrás del polideportivo de La Malata. En el comienzo de la calle, lado norte, se encuentran las escuelas de ingenieros y la Náutico Pesquera y en el sur, el edificio del antiguo ayuntamiento – hoy centro de salud- las viviendas sindicales y la casa natal de Torrente Ballester. La calle se llamó antiguamente de varias formas, por ejemplo Camiño dos Corrales, pero más que verdaderos nombres, eran indicadores de algún destino. Durante una temporada del siglo XX sí se llamó oficialmente Calle Ramón Franco, en memoria del ferrolano Ramón Franco Bahamonde, 1894-1938, que alcanzó fama mundial por la hazaña (cuya realización parecía casi imposible) de volar desde Palos de Moguer (Huelva) hasta América del sur, en 1926, al mando del hidroavión Plus Ultra.


Bien sabido es que Serantes fue hasta 1940 ayuntamiento contiguo al de Ferrol pero independiente. El proceso de anexión fue lento, pasó por fases contradictorias, y es muy interesante conocerlo, pero no cabe su exposición en el marco de un artículo. Baste decir aquí, que los inicios de ese movimiento se sitúan en el siglo XIX, pero en este trabajo vamos a situarnos directamente en el momento decisivo.


El Boletín Oficial del Estado. 23 del 1940, publicaba (entre otras cosas) la siguiente disposición:
Orden de 21 de enero de 1940 aprobando el expediente de agregación del Ayuntamiento de Serantes al de El Ferrol del Caudillo.
Iltmo. Sr. En el expediente de agregación del Ayuntamiento de Serantes, al de El Ferrol de El Caudillo, ambos de la provincia de La Coruña, el Consejo de Ministros, en 12 del actual con dispensa del Trámite de Audiencia del Consejo de Estado, ha aprobado la citada agregación, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 10 de la vigente Ley Municipal de 31 de octubre de 1935, constituyendo un solo Municipio, que se denominará El Ferrol del Caudillo, con la capitalidad en este último.


Lo digo a V.I. para su conocimiento, el de los Ayuntamientos interesados, el de todos los Centros y Corporaciones oficiales e inserción en el BOE. Dios guarde a V. I. muchos años. Madrid, 21 de enero de 1940.

Serrano Suñer.
La Orden firmada por Serrano Suñer – que no era entonces un ministro cualquiera porque, como es conocido, la esposa de Franco y la de Ramón Serrano eran hermanas- estaba clara y ponía fin a todo el proceso administrativo encaminado a la anexión. Quizá convenga señalar aquí, que esta unión no fue un caso aislado ; en el mismo BOE aparecían otras, una de ellas la de dos localidades bien conocidas: la anexión voluntaria del Municipio de Erandio al de Bilbao.
Como antes queda señalado, en varias ocasiones hubo proyecto de acercamiento que no llegaron a fructificar; en esta ocasión, el año 1939 – el entonces llamado Año de la Victoria- el alcalde de Ferrol-Eduardo Ballester- tomó la iniciativa y dirigió un escrito al de Serantes proponiendo considerar el proyecto. En ese escrito había una frase muy consistente:


Serantes respondió de forma inmediata muy positivamente. Todo resultó sencillo, si bien fue necesario elaborar unas bases, aprobarlas, modificarlas, etc.; se discutió algún detalle, pero se llegó a buen fin.
Como simple curiosidad, voy a recordar una de las bases, que en aquel momento debía de ser importante, pero seguro que hoy a nadie se le ocurriría. Decía así: las horas que el nuevo Ayuntamiento y la citada comisión señale para celebrar las sesiones y reuniones, serán lo más temprano posible, a fin de que los concejales que representen a Serantes puedan regresar con día a sus respectivos domicilios.


En Serantes, el día 19 de Febrero se celebra una sesión extraordinaria del Ayuntamiento. Es el último pleno. Preside el Alcalde Juan Teijido Roca; asisten los concejales Miguel Lorenzo, Justo Saavedra, Rosendo Santiago, Juan García, Manuel Beltrán, Eugenio Hernández, y Laureano Iglesias.
En Ferrol se celebró una sesión extraordinaria el día 29 de febrero, a la que concurrieron, previamente citados, el alcalde y los concejales de Serantes. Allí se leyó la Orden de 21 de enero de aquel año. Los señores Miguel Lorenzo, Justo Saavedra y Rosendo Santiago, pasaron a formar parte del nuevo Ayuntamiento.


Se non è vero, è ben trovato. Hoy me resulta muy útil esta máxima italiana. Como saben todos los lectores de esta colección de artículos agrupados bajo el epígrafe de Callejero Ferrolano, que tratan de dar a conocer el origen y motivo de los nombres de las vías públicas ferrolanas, siempre hago expresa mención del documento donde se dispone la razón de la asignación del nombre. En esta ocasión no me ha sido posible hallarlo, pero creo que es totalmente innecesario, porque 19 de Febrero, parece de una meridiana claridad que rememora la fecha de la postrera reunión del Ayuntamiento de Serantes. Sé muy bien que, allí, el mes de febrero también es un mes de triste recuerdo, pero esos lamentables hechos, no ocurrieron un día 19, por lo que, en mi opinión, no hay la menor duda de que el nombre de la calle debe mantenerse porque es evocador de una entrañable historia.
Quienes escriban la historia de Serantes antes de la unión, saben que hubo siempre, lógicamente, cosas en común entre las dos localidades, por ejemplo, hay referencias de principios del siglo XX del lavadero público de Caranza, que estaba en el límite y pertenecía a ambos municipios. No faltaron, sin embargo, algunos momentos de disgusto, no tanto por animadversión como por fallos de organización.


Voy a contar uno, que creo que hoy resulta simpático: en 1924 se estaban construyendo los cuarteles en Ferrol, y por esa razón, es decir, con motivo de las obras, quedó inutilizado el camino que los agricultores de Serantes utilizaban para llegar directamente a la Estación de ferrocarril, y se veían obligados para llegar allí a entrar en Ferrol por la puerta de Canido y salir por la Puerta Nueva, para conducir o recoger mercancías, y se les cobraba el arbitrio sobre el rodaje en una puerta y en la otra.


Eran otros tiempos.

19 de Febrero

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