Las empresas del naval hacen las maletas

Las empresas del naval hacen las maletas
hace tres años, cuando se botó la f-105, navantia mantenía contratos por valor de 154 millones de euros con 87 industrias de la zona j. meis

En el año 2010, el entonces presidente de Navantia, Aurelio Martínez, dijo durante una conferencia que la compañía pública mantenía contratos por valor de 154 millones de euros con 87 empresas auxiliares del área de Ferrol. El naval de la ría ocupaba entonces el primer puesto del grupo por nivel de desocupación, por delante de Cádiz y Cartagena, pese a tener todavía cuatro barcos en construcción –los dos LHD para Australia, la última fragata noruega y la F-105–.
Desde entonces hasta ahora el sector se desliza cada vez más rápido por una cuesta abajo hacia la liquidación definitiva de la carga de trabajo. Las auxiliares que en 2010 tenían en cartera aquellos 154 millones de euros en encargos de Navantia se ven obligadas a hacer las maletas y buscar negocio en el exterior, pero en el actual contexto la internacionalización se presenta complicada y a menudo imposible para aquellas que no invirtieron recursos y esfuerzos durante las vacas gordas.     
Esa pérdida de capacidad para dar el salto al exterior quedó reflejada recientemente en la organización de la segunda misión comercial a Australia por parte de la Cámara de Comercio de Ferrol. En 2010 fueron 24 las firmas del naval, en su inmensa mayoría de la comarca ferrolana, que participaron en el viaje a aquel país, mientras que este año son solo cinco las inscritas, pese a que en el mercado local las vacas, a todas luces, se han quedado ya famélicas.
Frente a las empresas que no disponen a estas alturas de recursos para viajar a ferias internacionales y a misiones comerciales  hay un grupo de industrias del naval ferrolano que se abre camino en el exterior porque llevan ya años peleando los contactos y situándose en los puntos neurálgicos de este competitivo mercado.  
El grupo industrial Intaf, que preside José Ramón Franco, tiene actualmente en torno a 13 trabajadores desplazados en Suiza. Están cumpliendo con un contrato en el programa de construcción de un centro de convenciones en Lausanne que, según reconoce el empresario, ha salvado el actual ejercicio. El grupo cumple también con otros encargos para Brasil, Costa Rica y Reino Unido y José Ramón Franco explica que para conseguir contratos en el exterior hay que dedicar tiempo y dinero. “Nosotros no queremos abandonar el mercado local, pero es verdad que ahora la competencia es muy dura dentro y fuera”, explica el empresario.
Indasa lleva muchos años trabajando fuera de España, si bien fue en 2008 cuando puso en marcha un plan estratégico dirigido a diversificar en sectores a nivel nacional y a expandirse tanto en España como en Europa y al otro lado del charco. En este momento, la compañía tiene cerca de medio centenar de trabajadores desplazados en Francia, Holanda, Uruguay y las Islas Reunión. También han surtido efecto los esfuerzos por crecer dentro del territorio nacional y la firma tiene presencia en Gijón, Santander, Bilbao, Barcelona, Cartagena, Cádiz y Sevilla.
El responsable de Indasa, Isidro Silveira Rey, reconoce que ha sido un camino difícil, con “mucho tiempo invertido, muchos recursos, varios fracasos y algún éxito”. El industrial señala     que es necesaria la planificación, pero que esta necesariamente ha de ir acompañada de inversión.
También fueron conscientes a tiempo del esfuerzo que requería la internacionalización en Gabadi, una firma que lleva ya siete u ocho años trabajando fuera. Como muestra, la compañía ha estado solo en el último año presente en las ferias Colombiamar, la OTC de Houston, Mazatlan en México o Pacific en Australia y se convirtió en 2010, en asociación con Atenasa, en la primera en instalarse en Australia con una empresa filial.
También ha metido un pie en Australia la firma Norinver, que pese a su juventud –solo cinco años de andadura– se marcó desde el primer día la internacionalización como objetivo. La compañía ha creado una filial en el país austral, concretamente en Melbourne, que se abre paso buscando contratos vinculados, en principio, a la actividad de Navantia allí. La participación en ferias, explica su gerente, Manuel Vázquez, es una constante desde hace años por necesidad. “Mientras no mejores las perspectivas a nivel local –reconoce el empresario– hay que buscarse las habichuelas fuera”.

Las empresas del naval hacen las maletas

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