Cuatro años después de que se inaugurase en la pajarera del Cantón de Molíns la exposición de plantas invasoras y exóticas que se podían encontrar en distintos puntos del municipio, para concienciar de la protección de la flora autóctona frente a las especies foráneas, esta instalación acristalada se ha despojado de esa muestra que se había convertido en una auténtica invasión vegetal.

Las plantas llevaban muchos meses secas y desbordadas del entorno que se les atribuyó en su día y dejó de ser una exposición sobre medioambiente para convertirse en una muestra del mal estado de conservación de una instalación municipal.

Ahora, este espacio se ha limpiado y se han retirado todas las especies muertas, dejando la zona libre de material vegetal pero también de uso.

La futura utilización, como se explica desde el Concello, estará vinculada con el medioambiente y se aprovechará, de este modo, la cercanía con el aula de ecología urbana que se encuentra a solo unos metros de la pajarera.

El ejecutivo local ha procedido a esta limpieza de cuya necesidad era consciente desde hace tiempo, aunque, como se indicó desde el consistorio, es necesario fijar prioridades y esta instalación no estaba en las primeras de la lista de necesidades.

Está previsto que el nuevo contrato de parques y jardines incluya también el mantenimiento de este espacio del Cantón de Molíns, aunque todavía no está adjudicado.

La pajarera mantiene su nombre de un uso previsto con su construcción en 2015 que nunca tuvo. De hecho, desde entonces  sólo acogió un evento cultural y esta exposición, en el anterior mandato.