El escritor, político y comerciante Manuel Fernández Barreiro nació en Lugo el año 1885, falleciendo en Ferrol el año 1957. A lo largo de su dilatada vida profesional desarrolló una variada actividad comercial en la urbe ferrolana, donde trabajó especialmente como consignatario de buques mientras que su familia era propietaria, entre otros negocios, de la banca ferrolana “Sucesores de A. Barreiro”.
Afincado desde joven en Ferrol, Fernández Barreiro tuvo una notable participación en la vida cultural y política de nuestra ciudad durante las primeras décadas del siglo XX. Fue secretario de la agrupación coral Airiños da Miña Terra, encargado de la biblioteca del Casino Ferrolano y miembro activo del Partido Republicano Gallego. Cuando en mayo de 1916 se creó en Ferrol el Círculo Mercantil e Industrial, se nombró como primer presidente el comerciante de origen inglés Guillermo V. Martín, mientras que se designaba como secretario a Manuel Fernández Barreiro.
Activo colaborador de Irmandades da Fala desde su fundación en Abril del año 1917 en la ciudad ferrolana, se encargó de poner en marcha el “Boletín Mensual da Irmandade da Fala de Ferrol”, junto con Xaime Quintanilla, Villar Ponte y Nicolás García Pereira. Durante su etapa de pertenencia a Irmandades da Fala, Fernández Barreiro apoyó económicamente la edición llevada a cabo por la editorial de El Correo Gallego de la colección Céitiga que dirigía Xaime Quintanilla.
Precisamente para su publicación en la colección Céltiga, Fernández Barreiro tradujo al idioma gallego la conocida leyenda irlandesa “Os catro cisnes brancos” del escritor Chisholm Louey. La novela, dentro de la línea de las sagas celtas, se publicó en 1922 con una portada diseñada por Alfonso R. Castelao y una nota editorial en la que se defendía la recuperación de las raíces celtas en Galicia.
Cuando más tarde se creó la Irmandade Galega Nazonalista, dirigida en sus inicios por Vicente Risco, y posteriormente se celebró en1922 su V Asamblea en Monforte de Lemos, Fernández Barreiro fue elegido Secretario de la misma, bajo la presidencia de Antón Villar Ponte. Esta Irmandade Nazonalista propugnaba de forma especial la realización de actividades culturales en detrimento de las específicamente políticas y en principio era contraria a la participación electoral, por lo que tenía cierto enfrentamiento con las Irmandades da Fala originales. En 1923 Fernández Barreiro publicó en la revista “Rexurdimento” de Betanzos un artículo titulado O ideal nacionalista, donde defiende la necesidad de crear una Galicia “totalmente libre”.
Manuel Fernández Barreiro tuvo igualmente una activa colaboración con el Centro Obrero de Cultura de Ferrol, siendo designado, junto con Santiago de la Iglesia y Vázquez Galán, para pronunciar el 20 de marzo de 1928 el discurso de inauguración del nuevo local del Centro Obrero, que entonces se instaló en el número 116 de la entonces calle Sinforiano López, hoy calle Real. El texto del discurso pronunciado sería editado ese mismo año por la imprenta de El Correo Gallego.
Cuando llegó la Dictadura del general Primo de Rivera el año 1923 disminuyeron las actividades de todo tipo llevadas a cabo por las Irmandades da Fala y por los movimientos culturales similares, siendo incluso perseguida la utilización pública del idioma gallego. En ese momento Xaime Quintanilla se integra en el Partido Socialista, Nicolás García Pereira es nombrado presidente del Partido Galleguista de Ferrol y Fernández Barreiro es nombrado delegado por Ferrol en el Comité Regional del Partido Republicano Gallego.
Tras la guerra civil de 1936 a 1939 y durante la época posterior a la misma, tal como informan sus biógrafos, gracias a sus buenas relaciones y su desahogada posición, Fernández Barreiro se significó por su sostenido apoyo económica a las personas perseguidas por el franquismo, ayudando especialmente a los familiares de sus amigos intelectuales republicanos muertos o encarcelados por sus ideales. Sin embargo, no abandonó de todo las actividades culturales, fue accionista de la editorial Galaxia, estuvo en posesión de una importante biblioteca y tuvo una cumplida dedicación al fomento de la lectura, apoyando la creación de las bibliotecas particulares y las pertenecientes a entidades culturales ferrolanas.
Dos de sus grandes aficiones de siempre fueron la pintura y la crítica de arte, siendo íntimo amigo de Felipe Bello Piñeiro, desde 1913 hasta la muerte del pintor, llegando a escribir entre ambos un cuaderno de los viajes que realizaron por diversos lugares de Galicia. Asimismo Fernández Barreiro apoyó la obra de los entonces jóvenes y prometedores pintores de Ferrol, como fueron los casos de Segura Torrella, Tomás Barros y González Collado.
Considerado como una persona de gran modestia, el escritor y pintor ferrolano José Leyra se refirió a Manuel Fernández Barreiro diciendo que fue la persona más noble, bondadosa y culta que conoció. Fallecido en 1957 en nuestra ciudad, donde residió gran parte de su vida, el escritor y político lucense es un personaje notoriamente olvidado en los estudios que se han hecho sobre Ferrol en el tránsito del siglo XIX al XX. El escritor Marcos Abalde fue uno de los pocos estudiosos que han dado noticia de sus trabajos, mientras que la reciente exposición “Ferrol e as Irmandades da Fala”, celebrada en la Biblioteca Municipal de Ferrol, ha sido de gran importancia para aportar datos de interés acerca de la vida y obra de Manuel Fernández Barreiro.