El Racing continúa siendo el líder del grupo I. El equipo ferrolano resolvió con comodidad, pero sin brillo, el encuentro que lo enfrentó a la Peña Sport, en el que esperaba desquitarse de la derrota sufrida la semana pasada ante el Logroñés. No es que ayer mostrase demasiadas señales de recuperar el buen juego que lo caracterizó en la primera parte de la competición liguera, pero el cuadro verde confirmó su facilidad para marcar, algo a lo que si se añade una mayor eficacia defensiva le debe hacer presentarse en buena disposición para acabar luchando por el ascenso a Segunda, que es su objetivo.
Tan fáciles le parecieron al Racing que iban a ser las cosas después de pasarse los primeros minutos cerca de la portería rival, hasta que un disparo desde fuera del área de Héber Pena inauguró el marcador, que casi sin querer el equipo ferrolano entró en una fase de relajación que hizo que el partido se colase en una fase anodina. Cierto que el cuadro verde siguió teniendo el control y que, enfrente, su rival apenas era capaz de ponerlo en dificultades, pero poco a poco el encuentro se fue volviendo más monótono, sin apenas llegadas a cualquiera de las porterías.
La primera aproximación de la Peña Sport a la portería defendida por un Mackay más impreciso que de costumbre le recordó al Racing que un gol de ventaja era una diferencia demasiado escasa como para dejarse ir. De todas maneras, el equipo ferrolano no pasó fases de demasiado apuro a lo largo de una primera parte que no destacó por nada más que por el aburrimiento que generó en la grada. De todas maneras, las imprecisiones que se acumularon causaron la sustitución de Forte que, en vista de que estaba cerca de la expulsión por su exceso de ímpetu, dejó su lugar a Piette, que se despidió jugando más de una hora de encuentro. Al margen de eso, lo que se veía sobre el terreno de juego no era del agrado de los espectadores, que casi le pedía la hora al árbitro en los últimos minutos para que decretase el descanso.
espabilado
El paso por los vestuarios modificó la manera de proceder de un Racing que ya desde los primeros minutos demostró estar mucho más “enchufado” que en la primera parte. Lo confirmó en menos de cinco minutos Pablo Rey con una jugada individual que finalizó con un tiro que se fue ligeramente desviado. Y lo confirmó al cuarto de hora de este segundo acto con un penalti sobre la internada de Nano que Joselu transformó en el segundo tanto racinguista, el que le permitía tener mucha más tranquilidad.
El dominio del Racing era tan evidente que el equipo ferrolano dispuso de ocasiones como para acabar logrando una goleada de escándalo. Un disparo de Joselu, tras una acción individual, que se estrelló en el poste, una acción de Vela por la derecha que el propio delantero de Palmeira no fue capaz de resolver, un lanzamiento fuera del jugador herculino... El cuadro verde, en vista de los espacios que dejó su rival, tuvo ocasiones de sobra como para sentenciar el partido mucho antes, pero no fue hasta el tiempo de prolongación cuando marcó el tercer tanto gracias al remate de Joselu tras una acción por la derecha de Iván González.
En esta segunda parte, en la que la relajación fue apareciendo a medida que se aproximaba el final del partido, la Peña Sport también dispuso de oportunidades para, al menos, estrenar su casillero realizador. La mejor de ellas fue un remate, a poco menos de dos minutos del final del tiempo reglamentario, que dio la sensación de haberse colado en la portería racinguista. Sin embargo, la acción no subió al marcador y el cuadro verde disfrutó de un fin de fiesta feliz por los tres puntos logrados y por mantener el liderato a falta de una jornada menos para el final.