El armador del quimiquero “Blue Star”, que permanece encallado en la zona de As Mirandas, en la ría de Ares, desde la noche del pasado viernes, presentó en la tarde de ayer el plan de extracción de combustible –se calcula que son más de 100 toneladas entre fuel y gasóleo– y el programa de reflotamiento, cuyos preparativos ya están en marcha, a la espera de que llegue el remolcador con el que tratará de desencarllarlo del lugar en el que se encuentra.

El delegado del Gobierno en Galicia, Javier Losada, compareció al mediodía para informar sobre las novedades de un accidente cuya resolución no se espera ya a corto plazo. La alerta naranja prevista para toda la jornada de hoy en la costa de A Coruña podría demorar el inicio de los trabajos. Losada acudió a la reunión con los representantes de la naviera y de la empresa subcontratada por esta –la holandesa Smit– en la que también estuvieron presentes, entre otros, el director de Sasemar, José Luis García, y la secretaria general de Transporte, María José Rallo, quien exigió al armador que priorice el vaciado de combustible. En principio, estas tareas se realizarán desde tierra, a expensas de las condiciones meteorológicas, y podrá contar, si así lo considera la empresa contratada por el armador, con el apoyo de los medios de Salvamento Marítimo.

En la reunión se presentó verbalmente un plan que las autoridades marítimas españolas ya tuvieron en sus manos por la tarde, tal como se había acordado. “El plan de extracción”, explicó Losada, “comenzará con el acopio de material y personal a bordo del buque en las próximas horas y una primera intervención que comenzará, si es posible, mañana –por hoy– con la retirada del fuel y del gasóleo”. “Esta extracción se hará de barco a tierra y para ello se dispondrá de bombeo con manguera y camiones cisterna”, puntualizó el delegado del Gobierno.

El remolcador, el jueves

Para realizar la operación, la naviera utilizará medios técnicos y humanos de la compañía subcontratada –encargada de remolcar el “Prestige” hace diecisiete años–. Algunos ya estaban ayer en A Coruña y otros llegarán en las próximas horas desde Rotterdam, donde Smit tiene uno de sus cuatro centros logísticos. El remolcador que en un principio se encargará de guiar el desencallamiento, el “Union Princess”, tiene previsto arribar a Ferrol este jueves.  

Pese a que el propietario ha optado por contratar los servicios de una empresa privada para recuperar el barco y evitar los daños ambientales –la legislación internacional contempla este supuesto–, el portavoz del Gobierno en este accidente, Javier Losada, aseguró que el Estado pone a su disposición todos los medios necesarios y recordó que desde el momento del suceso se está prestando un “apoyo continuo como elemento de segunda línea”. Prueba de ello son los vuelos de reconocimiento de un helicóptero –que se encargará con toda probabilidad además de trasladar de tierra al buque al personal contratado por la naviera– y la presencia del buque “Don Inda”, de Salvamento Marítimo, y de técnicos de la base estratégica de salvamento y lucha contra la contaminación marina localizada en Fene. Además, y de forma paralela, las autoridades españolas tienen operativo un plan de contingencia, dos planes interiores –de las Autoridades Portuarias de Ferrol-San Cibrao y A Coruña– y mantiene “en alerta”, aseveró Losada, el Plan Marítimo Nacional.

El compromiso del armador y de la empresa subcontratada para las tareas de reflotamiento es informar “cada 12 horas”, dijo Losada, “de los avances que se produzcan durante el proceso”.

16 TRIPULANTES
Los tripulantes continúan a bordo pese al ofrecimiento de las autoridades españolas de evacuarlos

“La idea es que en los próximos días la extracción de fuel esté resuelta”, señaló el delegado del Gobierno antes de añadir que “tenemos que tener tranquilidad y serenidad”, en referencia a la “complejidad” de una operación de estas características y a los factores externos que pueden complicar su desarrollo, como las condiciones meteorológicas.

“Estamos tranquilos”, precisó Losada, “porque hay unos grandes profesionales que trabajan con seriedad y con conocimiento. Tenemos unos grandes profesionales”, subrayó.

El portavoz gubernamental eludió valorar la decisión del armador de buscar ayuda en una empresa privada –algo relativamente frecuente y amparado en la normativa internacional– pero sí aseguró que “todas ellas son de una gran solvencia”.

Por último, recalcó que “no hay ningún cambio en el estado del buque” y que sus 16 tripulantes continúan a bordo “por decisión propia” pese al ofrecimiento de las autoridades españolas. “Seguimos en comunicación con el capitán, que asegura que son necesarios a bordo para poder realizar determinados trabajos. Siguen ahí dentro pero en el momento que lo pidan procederemos a su evacuación”.