Un joven se sentó ayer en el banquillo de los acusados del Juzgado de lo Penal 1 de Ferrol para responder de un supuesto delito de lesiones en el ámbito familiar, por el que la Fiscalía solicita que se le imponga la pena de 60 días de trabajos en beneficio de la comunidad. Se le responsabiliza de haber agarrado a su madre por los hombros y de empujarla contra la pared, provocándole un hematoma en un muslo.
Las versiones de madre e hijo no pudieron ser más diferentes, puesto que mientras que el acusado declaró que fue su madre la que lo empujó, lanzándolo sobre la cama, y que él solo la agarró por las muñecas al tiempo que le pedía cinco minutos para recoger sus cosas y marcharse de casa, la mujer testificó que su hijo la zarandeo y la golpeó contra una pared. Indicó, asimismo, que el joven tiró la mesita en la que estaba cenando, cuestión que el joven negó, asegurando que fue ella la que la arrojó.
El acusado argumentó que su madre llevaba tiempo tratando de forzarlo a que no acudiera como testigo a un juicio que ella tenía contra su padre y que ese día la madre le dijo que si iba tenía que marcharse de casa.