Condenan a una madre a abonarle a su hijo de 18 años una pensión de alimentos

El titular del Juzgado de Primera Instancia número 4 de Ferrol, Javier Tudela Guerrero, acaba de dictar una sentencia estimando en parte la demanda presentada por un joven de 18 años que le reclamaba una pensión a su madre, a la que recrimina no haber ejercido como tal, dado que fue criado por los abuelos maternos. El muchacho, que este año inició sus estudios en la Universidad de Santiago, solicitaba que se fijase a su favor una pensión de alimentos de 600 euros mensuales y en el fallo se establece que la madre tendrá que abonarle por tal concepto la cantidad de 500 euros al mes.
El magistrado Tudela Guerrero especifica, asimismo, que la obligación comienza en octubre pasado, por lo que la madre tendrá que realizar un pago complementario de 600 euros por los meses de octubre a diciembre, comenzando a regir la nueva cantidad a partir del 1 de enero. A este respecto cabe señalar que la mujer le estaba ingresando 300 euros mensuales desde que el joven inició sus estudios universitarios, además de haberle aportado otros 500 euros para la matrícula.
En la sentencia se recoge que la demandada cobra una pensión de incapacidad de más de 1.600 euros mensuales, generada en acto de servicio dentro de la Armada Española. Se hace referencia, asimismo, a la “idea de perjuicio que arrastra el recién adulto respecto a su madre” y a “una entonces adolescente de 16 años que tuvo la desgracia de quedarse embarazada y que 18 años después ve como se le echa en cara el apoyo, debido, de sus padres”.
En el juicio, la mujer negó no haber cumplido sus obligaciones materno-filiales y se ofreció al pago de una pensión de 400 euros los nueve meses del curso académico y a acoger a su hijo en su domicilio fuera de ese período.
El demandante, que está representado en este procedimiento por el abogado ferrolano Julio Barros, es un alumno hasta ahora brillante, según hace constar el juez en su fallo, si bien se le atascó el carné de conducir cuando su madre llevaba abonados 1.600 euros, vive solo en un piso en Santiago de Compostela, precisa de conexión a internet para usar el ordenador que le regaló su madre y se alimenta mediante platos que le prepara su abuela. Por el alquiler de la vivienda paga 350 euros al mes, pero necesita utilizar transporte y también tiene gastos en ropa.
La madre ha asumido necesidades previas del joven, como la compra de gafas, además de otros gastos calificados en la sentencia como supérfluos, como depilación. Se hace constar, además, que el muchacho contaba con una habitación en la casa de su madre y esposo, y que le habían acondicionado una buhardilla para estar con sus amigos.

Condenan a una madre a abonarle a su hijo de 18 años una pensión de alimentos

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