Una goleada para mantener la hegemonía

Una goleada para mantener la hegemonía
Fútbol racing de Ferrol contra Celta B

 

El Racing continúa embelleciendo una historia que tiene su final soñado en el ascenso a Segunda. El equipo ferrolano derrotó al Celta B para asegurar que llegará al parón navideño en la primera posición y, además, para garantizar que al término de esta jornada continuará, al menos, con siete puntos de ventaja con respecto al segundo clasificado. Además, la goleada que endosó al filial celeste demostró que es una escuadra con argumentos suficientes como para superar que el rival se adelantó en el marcador, que fue lo que sucedió en esta ocasión.
Y es que al final al Racing le vino bien el gol con el que el Celta B se adelantó. Un fallo defensivo en cadena a la hora de despejar una acción ofensiva rival fue materializado en gol por Guille Andrés cuando aún no se habían disputado diez minutos de partido. Pero, lejos de ponerse nervioso, el equipo ferrolano se puso manos a la obra para conseguir la remontada. Y no tardó demasiado en alcanzarla, ya que no había transcurrido ni un cuarto de hora cuando un pase de Pablo Rey hacia el desmarque de ruptura de Joselu dejó al delantero solo ante el meta Néstor, al que batió con un lanzamiento cruzado. Y poco después este jugador intercambió el papel de asistente con el que suele ser su pasador favorito para servir en bandeja a Peláez el tanto que ponía por delante en el marcador a los suyos.
Así que, una vez sofocado el momento de apuro, el Racing ya pudo jugar con mucha más soltura ante un rival que demostraba disponer de jugadores de talento, pero sin la agresividad y competitividad que requiere una categoría como Segunda B. De eso se aprovechó el cuadro verde antes de llegar al descanso y, esta vez tras robar un balón cerca de la portería contraria, de nuevo Joselu y Peláez se aliaron para que el último marcase el gol que encarrilada la victoria local que lo llevaba hasta los 39 puntos.

sentencia
Por si aún había dudas, el tanto de penalti conseguido por Pablo Rey nada más empezar la segunda parte, después de un penalti cometido por Goldar al despejar con la mano un centro de Joselu desde la banda izquierda, puso fin a cualquier duda. De hecho, a partir de ahí el encuentro derivó en un partido sin excesiva trascendencia, en el que el cuadro verde mantenía la situación sin demasiadas complicaciones, a pesar de que su rival seguía conservando el empuje para intentar maquillar el resultado final.
Así, los tres últimos tantos del encuentro fueron producto de la falta de rigor defensivo que hubo en el tramo final del partido. En el primero de ellos, una internada de Iván González fue culminada por el lateral derecho con un lanzamiento desde la frontal que se fue a la escuadra rival. A continuación, una contra de la escuadra olívica fue transformada en segunda instancia por Julio Delgado para subir el segundo tanto al casillero del Celta B. Y, para terminar, una contraataque fue culminada por Marcos Álvarez para establecer el marcador definitivo, un 6-2 que confirma que el cuadro verde está a un nivel superior a los demás rivales que tiene en la categoría de bronce del fútbol nacional.

Una goleada para mantener la hegemonía

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