El delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva, avanzó ayer que las fuerzas del orden investigan la implicación de más personas en el homicidio de Serantes y aseguró que “de ser así, se procederá a su detención”.
Por el momento, el presunto autor de la muerte violenta en la pelea de restaurante de Serantes, Manuel Salazar Camacho, ha ingresado en prisión investigado por homicidio, pero el caso continúa abierto y la Policía Nacional de Ferrol está realizando inspecciones oculares del local donde se produjo la reyerta, así como otras actuaciones, para determinar si hay más implicados en este homicidio.
Estas declaraciones avalan la tesis de la familia de la víctima, que estos días pasados pidieron más detenciones “para hacer justicia de verdad”. La viuda de Jesús Rivero Conchado, “el Algarrobo”, aseguró desde un primer momento que al menos otras cinco personas habían colaborado en la muerte de su marido.
La mujer señaló directamente a la esposa del detenido, conocida como “la Concha”, a sus hijos e, incluso, a alguno de sus nietos. De hecho, los allegados de el “Algarrobo” relataron pocas horas después del crimen que, en un primer momento, los miembros más jóvenes de los Morachos tiraron al suelo a la víctima de un garrotazo y después lo apuñalaron.
Uno de los representantes de la comunidad gitana en A Coruña explicó ayer a este diario que el clima de tensión en algunas familias de la ciudad herculina es evidente, pero que dejarán trabajar a la justicia.
“Mientras no se crucen unos en el camino de los otros, todo irá bien”, dijo. A este respecto, confirmó la sospecha de que el clan de los Morachos ya no se encuentra en su residencia habitual y que incluso pueden estar fuera de la ciudad, aunque duda que alguna otra familia gitana se arriesgue a acogerlos. “El que los proteja puede ponerse también en riesgo, no creo que se vayan a jugar el cuello por eso”, afirmó este conocido representante de la comunidad gitana coruñesa.
Además, recordó que, de cobrarse la deuda de sangre, no tendría porque ser a corto plazo. “Eso puede estar pendiente durante años”.
el concello
Tras las declaraciones públicas del alcalde de Ferrol, Jorge Suárez, en las que pidió calma a la comunidad gitana, ayer el concejal de Minorías Étnicas, Luís Victoria, volvió a echar agua al aceite y quiso hacer hincapié en que se trata de un hecho aislado que no debería servir de excusa para criminalizar al colectivo gitano. Aseguró que, desde el punto de vista institucional, el suceso no afectará al trabajo de integración que se realiza desde su área.
Además, el concejal de Ferrol en Común, reconoció que se trata de un colectivo que está “en el punto de mira” de la sociedad y asumió que de este hecho se desprenderán opiniones personales peyorativas, pero que en ningún caso afectarán al trabajo del gobierno.
Desde la concejalía de Minorías Étnicas, dijo, seguirán trabajando por la integración de todos los colectivos que se encuentren desplazados socialmente en el Concello de Ferrol.