El Concello de San Sadurniño ha ideado un modo de hacer desaparecer los miles de papeletas electorales que se generan durante la campaña para darles una nueva vida y favorecer así la sostenibilidad a través de la reutilización de un material que de otro modo iría a parar al contenedor de la basura, o al del papel en el mejor de los casos. Y lo hará creando con ese sobrante de papel blocs de notas.
Esta actividad electoral, vinculada a unos comicios como los que acontecieron el pasado 26 de mayo, provoca una producción ingente de papel, principalmente para garantizar la presencia de papeletas electorales suficientes para todos los vecinos y en todos los colegios electorales. Recuerdan desde el Concello de San Sadurniño que por muy escaso que sea el censo de un colegio “sempre sobran centos de papeletas”. De estas, apuntan, “a meirande parte van directas ao colector do papel para seren recicladas, saltando desta maneira o segundo dos tres `R´ da sustentabilidade, que é o da reutilización”. Precisamente a este hecho es al que se le quiere poner remedio desde este concello convirtiendo una parte de estas papeletas en blocs de notas, dando una nueva vida a todo ese papel sobrante. Además, lo más destacado de la iniciativa es que permite abrir una línea de colaboración entre el consistorio local y Aspaneps, contribuyendo así con una iniciativa de integración social, ya que el trabajo de encuadernación lo hará esta entidad.
Desde el gobierno municipal también invitan a los partidos a hacer una reflexión sobre si tiene o no razón de ser “facer tantas papeletas das que despois hai que desfacerse dalgún xeito, con todo o que iso supón en consumo enerxético e esforzo humano”.
Y es que el Concello busca de este modo concienciar también a los ciudadanos sobre la necesidad de reutilizar. Asimismo, apuntan desde el gobierno municipal que la idea no es nueva y que un “mestre retirado e referente do volei local, Manolo Seco, contaba días atrás nas redes sociais que coa chegada de José Pantín, outro docente retirado ao colexio público local sempre se reutilizaba ese material guillotinándoo e grapándoo para que a rapazada tivera follas nas que facer as contas”. Una costumbre que, por cierto, todavía se mantiene en el centro educativo, tal y como se informa desde el Concello. Añaden además que esta costumbre de reciclar papeletas y darles un nuevo uso también era costumbre de otros negocios de la zona, como el Bar Eladio en Narahío o en tiendas varias y tabernas.
Por otra parte, el gobierno municipal apostó por encomendar esta labor de transformación a la asociación Aspaneps, centrada en el apoyo, la atención educativa e integración de personas con discapacidad intelectual o con problemas psicosociales. Precisamente, uno de los talleres que desarrolla habitualmente la entidad es el de encuadernación, en virtud del cual ya colaboró con el Concello en otras ocasiones.