La gran apuesta de Reganosa para convertirse en un centro de referencia de distribución de GNL como combustible –su gran proyecto para 2018– no alcanza solo el ámbito marítimo. El primer tren europeo de viajeros que utilizará gas natural licuado (GNL) como combustible para desplazarse será abastecido desde la terminal que Reganosa tiene en el puerto de Ferrol. La primera carga se entregó ayer por medio de un camión cisterna desplazado a Asturias, comunidad donde el tren será probado durante cuatro meses.
Estas pruebas forman parte de un paquete de proyectos de la Unión Europea para impulsar el uso de energías más limpias en el transporte, tanto terrestre como marítimo. De hecho, Reganosa está comprometida también en la implantación del GNL para propulsar barcos. Las diversas experiencias están orientadas a reducir el coste del combustible y minimizar las emisiones de gases de efecto invernadero, ya que en ambos aspectos el gas natural licuado presenta ventajas muy importantes con respecto al gasoil y al fueloil.
Limpio y barato
El tren en el que se realizan las pruebas es un automotor de vía estrecha, al que le ha sido retirada la maquinaria diesel para incorporarle otra de GNL, además de un depósito especial para el nuevo combustible. El convoy contará también con una cabeza tractora impulsada por gasoil, lo que permitirá comparar los resultados de una y otra tecnología.
El gas reducirá las emisiones de óxidos de nitrógeno, óxidos de azufre, monóxido de carbono y partículas y también disminuirá la contaminación acústica. Igualmente se conseguirá una notable reducción de costes, dado el menor precio del GNL.
Para la realización de las pruebas Renfe ha reservado un tramo de veinte kilómetros entre las localidades asturianas de Figaredo y Trubia. En la primera de ellas se entregará semanalmente, por medio de camiones cisterna expedidos desde la terminal de Reganosa, el combustible que se precise.
La elección de España para llevar a cabo esta experiencia obedece, según ha explicado Renfe, a que el país “cuenta con una larga experiencia en gestión de gas natural licuado”; también se ha valorado la capacidad logística. Uno y otro factor “pueden garantizar la seguridad de suministro para este mercado potencial”.
Al tiempo, Reganosa continua trabajando en el acondicionamiento de su terminal para convertirse en el principal suministrador de GNL como combustible marítimo de la fachada atlántica y cuya inversión aproximada es de 1,5 millones. El proyecto incluye implementar las adaptaciones relacionadas con el propio suministro del combustible a los barcos en condiciones óptimas –si es posible durante 24 horas diarias–, así como llevar GNL a las plantas satélite que en el futuro habrá en otros puertos gallegos para facilitar los repostajes a la flota de propulsión limpia.
El reto es desarrollar sistemas para poder dar servicio tanto a un barcos que requiera 300 metros cúbicos como a uno que necesite 6.000 y que reposte mientras realiza una operación de descarga. La construcción del buque de avituallamiento diseñado por Ghenova –10.000 m3 de capacidad– será fundamental para lograr este desafío.
La otra gran tarea, a medio plazo, es el acondicionamiento físico de la terminal, para lo cual se requerirá un segundo muelle de atraque y un tercer tanque. Con esto, la terminal de Reganosa pasaría a otro nivel y podría ser competitiva a nivel mundial.