Juzgan a una mujer por un supuesto bofetón con marcas a su hija de cuatro años

Una mujer se sentó ayer en el banquillo de los acusados del Juzgado de lo Penal de Ferrol para responder de un presunto delito de maltrato en el ámbito familiar por el que el Ministerio Fiscal solicita que se le imponga la pena de un año de prisión.
Los hechos que se atribuyen a la acusada ocurrieron en mayo de 2011, cuando su hija de cuatro años faltó un día al colegio y en la jornada siguiente apareció en el centro escolar con un traumatismo en la cara y en el labio superior, posible resultado de una bofetada.
La pequeña fue examinada en Urgencias del hospital Marcide y el forense declaró ayer que la niña le manifestó en ese momento que le había pegado su madre. Según testificaron docentes del centro al que acudía, que fueron las que denunciaron los hechos, al llegar al colegio la menor les dijo que se había caído de la cama, pero más tarde le manifestó a la tutora que le había pegado su madre.
Una psicóloga forense que también atendió a la pequeña en aquel momento testificó, asimismo, que la niña atribuía las lesiones a una bofetada de su madre, añadiendo que la mujer, por su parte, lo negó, explicando que el día anterior no la había llevado al colegio porque le dolía el golpe que sufrió al caerse de la cama y que tampoco fue con ella al pediatra porque ese día no estaba el médico habitual.
Una trabajadora social adscrita al juzgado también recogió en su informe que la niña le había dicho que la madre le pegó y que en el colegio le manifestaron que la pequeña no iba muy bien vestida conforme a la estación –al parecer, en invierno fue alguna vez con sandalias– y que muchas veces no llevaba la merienda.
También se cuestionó el hecho de que el calendario de vacunación de la pequeña se hubiese realizado con cierto retraso.
La acusada, que tiene cinco hijos, negó rotundamente haber abofeteado a la pequeña, insistiendo en que se cayó de la cama y que, como al día siguiente tenía dolor, no la llevó al colegio.
La fiscal pidió la condena de la madre, precisando que no se trataba de una simple bofetada sino de una bofetada de las que dejan marcas. Cuestionó el hecho de que habiendo acudido con otra hija más pequeña al pediatra llevase a la supuestamente agredida y no hiciese que la mirasen por el dolor que tenía. No obstante, y en base a los informes del seguimiento que la Xunta realiza a esta familia, la fiscal anuló la petición inicial de que se le retirase a la acusada la patria potestad.
La defensa de la mujer pidió la libre absolución bajo el argumento de que no hay elementos que hagan sospechar de que esta madre de cinco hijos, que vive en una situación precaria por la ausencia de ayuda por parte de los padres de los niños, los haya maltratado en ningún momento.
Antes de que la jueza dejase la causa vista para sentencia, la acusada se acogió a la última palabra para manifestar, entre lágrimas: “Nunca jamás les he tocado a mis hijos”.

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