La globalización ya es una realidad más que evidente. Las fronteras entre países, aunque siguen existiendo, cada vez son más una figura que una limitación. Todos estamos interconectados gracias a la red de redes, podemos aprender de las diferentes culturas del planeta con una facilidad pasmosa e incluso buscar solución a nuestros problemas en nuestros países.
Esto último lleva, sobre todo, a la búsqueda de productos o incluso de servicios en el extranjero; pero también a la situación inversa. Con el salto de los negocios al territorio online, la necesidad por ofrecer algo entendible al público internacional ha aumentado de forma exponencial en los últimos años, y con ella, la necesidad de contar con los servicios de una empresa de traducción.
Desgraciadamente, hay quienes a día de hoy siguen pensando que herramientas como Google Translate pueden ofrecer una solución suficiente en este campo, que con pasar los textos de la web con la que ofrecen sus servicios o productos es más que suficiente para que usuarios de otros países puedan moverse con soltura por el portal e incluso contratar lo que consideren necesario. Y menudo error.
Tan solo hay que citar un caso medianamente cercano y conocido, el de Mango y sus “esclavas”. La firma puso a la venta una línea de pulseras denominadas esclavas que se vendieron francamente bien en nuestro país; pero, al llevarlas a otros países, la mala traducción hizo que surgieran incluso movimientos con el fin de boicotear a la compañía, y todo por considerar que se trataba de un producto ofensivo.
Por eso es tan importante que, a la hora de realizar traducciones, se busque siempre el servicio de un grupo de profesionales. Y esa es solo una razón; pero aquí vamos a ofrecer otras más por las que es algo absolutamente imprescindible en el caso de querer dar el salto al ámbito internacional.
En la actualidad, con la gran conexión que brinda internet y las facilidades que nos permite a la hora de ver lo que queramos y donde queramos, que la web de tu negocio esté en varios idiomas es algo tan necesario como rentable.
Es así de sencillo. Si ofreces en tu portal online la opción de acceder a todos los contenidos no solo en castellano, sino también en inglés, francés, alemán e italiano, ya te estás asegurando de que prácticamente cualquier miembro de Europa pueda entrar y saber qué es lo que ofreces y por qué tu empresa vale la pena.
Si tu intención es la de operar en otros países, olvídate de recurrir a soluciones como herramientas traductoras. La única forma de conseguir el mejor resultado es contando con los mejores expertos. De lo contrario, se puede dar lugar a una serie de importantes incongruencias que no hagan más que afectar a la imagen de tu negocio.
Si gran parte de tu negocio se mueve en terreno online, aquí tienes una grandísima razón por la que te interesa contar con los servicios de traducción de un auténtico equipo de profesionales.
Con los continuos cambios que se dan en el algoritmo de Google, el buscador lleva tiempo premiando a aquellos contenidos que están bien redactados y carecen de problemas de estructura, vocabulario o cualquier otro relacionado con la lingüística. Por eso, si no recurres a traductores profesionales, orientados al ámbito empresarial, es muy probable que recibas penalizaciones en materia de posicionamiento.
La única forma de garantizar una buena traducción es recurriendo a un equipo humano bien preparado y formado en la materia. Todo lo demás es sufrir un riesgo innecesario.
No hay nada peor que ver un rótulo mal escrito. ¿Cuántas y cuántas veces se ha criticado a una compañía, empresa o negocio por tener un cartel publicitario en el que hay una falta de ortografía o una frase sin sentido? Si no quieres que también te señalen a ti por algo así, olvídate por completo de recurrir a traductores online y ve siempre a por profesionales.
No hace falta más justificación que esa. Si se quiere dar una imagen de profesionalidad real, de una empresa comprometida con lo que hace y preocupada por ofrecer la mejor imagen al consumidor (normalmente asociada al mejor servicio), no hay que escatimar en gastos a la hora de pagar por una buena traducción. Es inimaginable la cantidad de fallos de traducciones que se mueven por internet e incluso fuera de este, y todo por empresarios que no han considerado necesario pagar por un trabajo bien hecho.
De todo esto, hay un mensaje que debe quedar muy claro. Una buena traducción es aquella que no solo tiene en cuenta los términos y significados de la lengua de origen, sino también los de la lengua de destino. Los choques culturales pueden ser un serio problema si no se saben capear; pero para eso está la labor de estos grupos de traductores más que cualificados.