La Policía Nacional ha detectado un incremento en el número de denuncias por lesiones en los últimos meses. La mayoría de las peleas se registran los fines de semana, en establecimientos de ocio nocturno como pubs y discoteca en zonas como el Orzán o Alférez Provisional, a lo que hay que añadir también el botellón. Fuentes del Cuerpo achacan este incremento a un descenso en la vigilancia policial.
La mayoría de las lesiones denunciadas son heridas leves, aunque en algunos casos se han registrado agresiones con arma blanca. Sin ir más lejos, en la noche del pasado día 8, una joven de 19 años clavó por sorpresa un cuchillo a un joven que estaba distraído jugando a una máquina en un bar, al parecer en un ajuste de cuentas.
Por otro lado, no es extraño que la plaza de Pontevedra se convierta a primera hora de la mañana en un campo de batalla de jóvenes alcoholizados que van a tomar la última copa en los locales que abren en la calle Rubine. En algún caso, las peleas han derivado en trifulcas al sumarse los amigos de los implicados, ante la alarma de las personas que acababan de salir de sus casas.
Hay que tener en cuenta que el 90% de las delitos de lesiones se dan entre conocidos. Normalmente se trata de gente joven e impulsiva (o embriagada), aunque no son raros los casos de personas implicadas en trifulcas que tienen más de cincuenta años.
A esto hay que sumar la apertura de algún local conflictivo, como un after-hours de la ronda de Outeiro y que se reabrió en el Paseo Marítimo el pasado febrero. A pesar del cambio de localización el “Flash” conservó una clientela que es tan fiel como problemática, según fuentes policiales. Dos meses después de su apertura, las autoridades municipales consiguieron cerrarla, en una actuación que marcó un récord a nivel local. Los vecinos se quejaban de las peleas y el tráfico de drogas que tenían que soportar por la noche por parte de su clientela pero fueron infracciones a las ordenanzas municipales lo que permitió cerrarla. En cuanto la gerencia las solventó, reabrió el local.
dispositivo específico
Pero el descenso en la vigilancia policial es sin duda una de las razones más determinantes para explicar el incremento del fenómeno de las peleas. La Policía Nacional no cuenta con agentes de la Judicial en turno de noche los fines de semana. Por su parte, la Policía Local había su presencia en la zona de la movida nocturna con un dispositivo específico, que había conseguido reducir las peleas de forma notable, incluso patrullando a pie por calles tan emblemáticas como la de Juan Canalejo.
Pero la buena racha acabó cuando dicho dispositivo fue eliminado el año pasado, con motivo de la llamada huelga de “bolis caídos”, en la que los policías municipales se negaban a hacer horas extra hasta que se les pagaran los atrasos en sus sueldos: como dicho dispositivo se mantenía mediante el pago de horas extras, fue necesario retirar las patrullas del Orzán.
Tras el fin de la huelga, llegó el cambio de Gobierno local. Esto provocó que quedará en el aire la posibilidad de que el dispositivo de ocio nocturno volviera a implantarse en el Orzán.