La “nueva normalidad” en la que ayer entró nuestra comunidad fue celebrada por parte de las dos traineras que esta campaña ejercerán la representación local con unas más que esperadas salidas al agua. Al ya conocido inicio de actividad por parte de los integrantes de la “Santa Olalla” del Remo Ares, militante en la Eusko Label Liga, se unió el de los remeros de Narón, de la Liga Galega B, que conocieron ayer el OK por parte de la Secretaría Xeral para o Deporte Galego para el arranque de sus entrenamientos.
La expectación en Ares no pudo ser mayor, ya que la tripulación de la villa comenzó su trabajo, dirigido por Alberto Hermo, Eclise, una semana más tarde que los que serán sus rivales en la competición nacional a partir del día 4 de julio. De hecho, ya ante la numerosa presencia de medios y público –con aplausos incluidos–, los aresanos adelantaron su hora de reunión previa a la salida al mar para poder disponer así de más tiempo posteriormente en el agua. Serán unas semanas intensas para los aresanos en las que Eclise ha programado más sesiones “a bordo” de las habituales, intentando ajustar intensidad y tiempo para llegar lo mejor posible a la competición de A Coruña. Y es que, como bien apuntó el técnico, tendrán que hacer una pretemporada de siete meses en solo tres semanas. Todo un reto cuyo primer peldaño subieron ayer.
Narón
Y casi de manera simultánea a la salida de la “Santa Olalla”, en la ensenada de A Gándara eran los remeros naroneses los que asimismo entraban en el agua con su embarcación por primera vez en muchos meses.
La trainera local es la única que ha “aguantado el tirón”, como indica Geno Pena, y será la encargada de ejercer la representación de la comarca, en su caso en la Liga Galega B, después de la renuncia de A Cabana, Mugardos y Cedeira.
“Tuvimos muchas reuniones y decidimos salir porque este año tenemos mucha gente de casa”, comenta Pena, “son remeros jóvenes y no tienen mucha experiencia, de hecho podría decir que más de la mitad nunca han hecho frente a una liga entera, y querían competir”. Una circunstancia, la de “novatos”, que asimismo les animó a seguir de cara a adquirir experiencia e irse rodando en la competición. Una liga que, en su caso, arrancará el día 18 de julio y que recalará en aguas locales el sábado 1 de agosto.
Con una plantilla tirando a justita, Narón hará frente a una campaña gallega de traineras “atípica, más corta y con pocas regatas”, apunta Pena, que asimismo lamenta la ausencia de sus compañeros, tanto en la Liga B –Mugardos y Cedeira–, como de A Cabana en la A y de las remeras mugardesas en la femenina.
Protocolos
¿Y cómo harán frente los naroneses a estas cinco semanas que restan para el inicio de su competición? “Vamos a comenzar entrenando suave durante las primeras dos semanas, porque llevamos tres meses en casa”, comenta Pena. Unos trabajos que realizarán con mascarilla y con los restantes puntos de un protocolo de seguridad aprobado ayer. Una circunstancia, la del uso de esta nueva prenda “de moda”, que, en principio, “no va a molestar mucho, ahora, porque vamos a hacer entrenamientos cortos, de baja intensidad”, analiza el integrante del Remo Narón, “ya estuvimos entrenando con ella en el gimnasio y después ya veremos cómo van las cosas”.
Además del uso de mascarilla, los remeros naroneses tendrán que tomarse la temperatura antes de su salida al agua y durante estas primeras semanas probarán otras medidas de seguridad como el uso de pantallas. Lo que no se señala como obligatorio en este protocolo es la realización de test serológicos, como sí ocurre en el caso de los participantes en la Eusko Label. Eso sí, si se produce un positivo en un equipo, los miembros de este tienen la opción de pagar para realizar esta prueba –con un centro colaborador de la liga– y, en caso de que no haya más positivos, podrían seguir compitiendo. En caso de no realizarse estas pruebas o de haber más casos, tendrán que guardar dos semanas de cuarentena.
¿Y cómo se organizará la regata de agosto? La competición cuenta asimismo con un protocolo para estas pruebas, en el que se señala la necesidad de 25 personas para su organización, y que estarán pendientes de que haya la distancia establecida entre clubes, en el público, que se lleven a cabo las salidas escalonadas, entre otros puntos.
A nivel individual, cada remero tendrá que llevar su propia bebida, además de desinfectar su bancada y su remo, como algunos de los aspectos a señalar. Una “nueva normalidad” a la que esperan adaptarse para ejercer la representación local de la mejor manera posible en esta extraña campaña.