Los racinguistas se fueron de vacío en su primer desplazamiento largo que les llevó hasta Ibiza para enfrentarse a uno de los conjuntos candidatos al play-off de ascenso. Los objetivos de ambos equipos son distintos y se notó en el terreno de juego porque los locales desplegaron un agresivo juego de ataque que los racinguistas pudieron frenar en el primer tiempo pero no tras el descanso. Tercera derrota en tres salidas de los de Emilio Larraz que ni han puntuado y ni tan siquiera han logrado aún marcar ningún gol a domicilio
Los racinguistas empezaron el partido con las líneas muy juntas y preocupados por contener el arsenal ofensivo del rival y jugar con que con el paso de los minutos los isleños se pusieran nerviosos. Como estaba previsto, el Ibiza salió dispuesto a marcar pronto y a los tres minutos Rodado ya remató excesivamente alto un centro de Morillas desde la izquierda. Se jugaba en campo del Racing, que estaba defendiendo excesivamente atrás, lo que daba lugar a que, por ejemplo, el Ibiza tuviera bastantes saques de esquina a su favor que los verdes solventaron sin problemas.
A pesar del dominio local, los minutos iban pasando y el Racing se sentía cada vez más a gusto y mejor plantado sobre el terreno de juego. Incluso se atravó a pisar “terreno enemigo”. Así en el minuto 26, llegó por primera vez con peligro sobre la portería de Germán. El extremo local Miguel Núñez se tuvo que lanzar al suelo para desviar un peligroso chut desde la frontal de Joselu, que en caso de haber encontrado portería podría haber sido gol.
Tras esta ocasión, se produjo la pausa para la hidratación que sentó mal al Racing, porque en el último cuarto de hora de la primera parte el Ibiza intensificó su presión metiendolo en su área. En el minuto 34 un centro de Javi Lara le llegó a Rubén que en su pugna dentro del área reclamó penalti. Dos minutos después, Diego Rivas detuvo sin problemas un remate de Cirio dentro del área tras el saque de un córner y en el 38 un cabezazo de Javi Pérez se marchó por encima de la portería.
Réplica
Los ferrolanos replicaron en el minuto 42 con una falta lateral de Marcos Álvarez que despejó la zaga ibicenca. Fue un oasis en el asedio con el que el Ibiza acabó la primera parte, con acciones de Rodado, Javi Pérez y Carbiá. Los racinguistas resistieron el primer tiempo mostrándose como un equipo ordenado, disciplinado y con oficio e incluso tuvieron un par de llegada peligrosas. El objetivo era mantener esta tónica en los segundos 45 minutos.
Tras el paso por vestuarios el Racing tomó conciencia de que no le sería fácil mantener el empate, que sufriría de lo lindo. Y es que el Ibiza salió en tromba en busca del gol. Rodado y Cirio estuvieron a punto de abrir el marcador. Los verdes ya ni pasaban de mediocampo. Se dedicaban a achicar agua como podía.
Pero, lo que son las cosas, en pleno asedio local, el Racing tuvo una gran ocasión de gol. Álex López llegó al área y su disparo lo bloqueó Germán en una gran intervención. Parecía que el partido se convertía en un ida y vuelta porque al minuto siguiente la zaga local abortó una peligrosa contra ferrolana y dos minutos después Joselu obligaba a intervenir de nuevo a Germán, que enviaba a córner a su disparo dentro del área. Eran los mejores minutos de un Racing.
Sin embargo, tras estas ocasiones de los de Emilio Larraz llegó el primer gol de los locales. Fue Diego Mendoza que hacía pocos minutos que había ingresado en el terreno de juego y que culminaba un gran contragolpe batiendo con solvencia en el uno contra uno a Diego Rivas. Una acción en la que los ferrolanos reclamaron un claro fuera de juego del delantero insular.
Todo el partido defendiendo y cuando estiras las líneas te matan en una contra. Esta circunstancia la acusó el Racing, pero no inmediatamente porque en un arranque de rabia, al minuto pudo empatar pero Germán con una doble intervención evitó el gol del empate. El Racing no tuvo fuelle para ir en busca de la igualada y lo que llegó fue la sentencia en el minuto 89 con el gol de Raí. El jugador brasileño aprovechó un gran pase de Rodado y definió muy bien ante Diego Rivas. Ya no hubo tiempo para más y los racinguistas lamentaron no haber aguantado el tipo unos minutos más y haber arañado, al menos, un punto. No pudo ser.