Los pioneros del Basket School

Formar jugadores de baloncesto pero sobre todo personas. Con esa premisa nació hace ocho años el Basket School y con ella ha alcanzado la mayoría de edad la primera “hornada” de jugadores formados casi íntegramente en la entidad departamental. Ellos han sido los pioneros, los que han ido abriendo camino, los que sintetizan la filosofía y forma de trabajar de un club que tiene en el baloncesto base su razón de ser.  “Este equipo ha sido el inicio de todo lo que somos actualmente: valores, compromiso y amistad”, resume Tino Caraglia, uno de los técnicos que los dirigió en estos años

Hace apenas una semana, con motivo de la fase clasificatoria para el Campeonato de España junior, han puesto colofón a su etapa formativa y, aunque se les resistió ese objetivo de alcanzar de nuevo el Nacional, nada puede ensombrecer la trayectoria de un grupo que se despide con el tercer puesto autonómico, siendo el primer equipo situado tras aquellos que tienen en sus filas jugadores extranjeros y en una campaña en la que los compromisos académicos –la mayoría cursa Segundo de Bachillerato– les han obligado a bajar el pistón. 

Martín Rey, Martín Castro, Julián Pena, Carlos Pena, Manuel Aguirre “Nolo”, Dani Rodríguez, Diego Pernas, Uxío Merino, Yago Otero, Sergio Valiño y Andrés Varela, con Javier Barcia como preparador físico y  Alberto Rodríguez ejerciendo de delegado desde minibasket, acumulan a su espalda notables éxitos: fueron al Gallego de minibasket, se codearon varias veces con la elite autonómica de la disciplina e, incluso, hace dos años llegaron a jugar el torneo estatal. Pero, ante todo, su mayor logro ha sido conformar un grupo sólido, compacto, trabajador y de firmes valores, tal y como se esforzaron en inculcarles los entrenadores que tuvieron.

La columna vertebral de este equipo bebe de una de las primeras escuadras que, allá por la temporada 2011/12, el recién creado Basket School inscribió en la competición local de minibasket. Esa que alcanzó el título autonómico al año siguiente y de la que han ido saliendo y, sobre todo, entrando jugadores procedentes de otros clubes de la comarca como el Baloncesto Narón, el Tirso o el As Pontes. 

De la mano de entrenadores como Tino Caraglia, Antonio Rey, Jorge Domínguez o más recientemente Félix Ramos y Juan Perille todos han crecido dentro y fuera de las canchas y con ellos lo ha hecho un club que tiene claras sus prioridades y, por eso, ni los ha tentado la posibilidad de seguir abriendo camino y dar el salto al baloncesto sénior: “Somos un club de base al cien por cien. Si tuviésemos un equipo sénior lo formarían jugadores del club y eso, a día de hoy, es inviable. Queríamos crecer con ellos”, insisten desde la entidad. 

Precisamente, su técnico el último ejercicio, Félix Ramos, resumía la filosofía de un grupo que asegura que siempre ha tenido “compromiso, humildad... y muchas ganas de ganar el próximo partido, que es la única manera de disfrutar del baloncesto”. Y ellos lo han hecho al máximo, exprimiendo cada partido hasta el último. 

“A lo largo de todos estos años he vivido los mejores momentos de mi vida haciendo lo que más me gusta al lado de los mejores entrenadores, compañeros y demás gente que nos ha convertido en una familia”. El colofón a su historia lo firma su capitán, Julián Pena.