“Lo que viví este año se me va a quedar para siempre”

“Lo que viví este año se me va a quedar para siempre”
El de San Sadurniño, arriba en el centro, con sus compañeros de equipo en el partido del “All Star” | V. P.

A punto de cumplir 24 años, el canterano del Aldebarán Marcos Blanco cerró de manera abrupta, con la llegada del coronavirus, el que fue su vuelo en solitario en Superliga tras el descenso de su equipo, el Intasa. El viaje de regreso de Santander, en donde formó la pasada campaña con el Textil, a San Sadurniño, fue en exceso precipitado y sin prácticamente tiempo para ver a los que fueron sus compañeros. “A alguno vi de refilón en el super”, comenta, pero “ahora estamos a lo que estamos y hay que quedarse en casa”.

Con la salvación ya garantizada antes de la suspensión y tras superar una lesión de rodilla que se produjo en el partido de los “All Star” en diciembre, Blanco tiene ahora su rutina establecida desde su casa a las afueras del núcleo de San Sadurniño y “se lleva de otra forma, no parece una cuarentena, no hay ese aislamiento exagerado de ciudades o pueblos más grandes”, comenta.

 

¿Cómo lleva pasar de jugar en la elite de voleibol español a esta situación de encierro?

La verdad es que me llega. Aunque lo voy llevando bien, porque, gracias a dios, tengo que trabajar, y de lunes a viernes todas las mañanas tengo que ir a la asesoría, y ahora mismo está la cosa que no da ni para respirar, tenemos cuatro horas de mañana, que no es el día que no estemos seis, echar una mano con todo esto, y ya te la quitas del medio. Pero lo que es el tener las tardes encerrado en casa, por mucho que intentes entrenar o trabajar en el TFG –trabajo fin de grado–... no es lo mismo, no es estar jugando la temporada en Superliga, no es ir al gimnasio y estar con tus compañeros todos los días. Es un cambio un poco drástico, y se va llevando como se puede.

Aunque la temporada terminase antes de lo previsto, ¿puede hacer una valoración sobre su continuidad en la elite con el Textil?

Cuando pasó todo esto ya teníamos la plaza asegurada y estábamos un poco a ver qué hacían el resto de equipos, para ver si nos metíamos en el play-off por el título. Ahora viéndolo así en conjunto, fue una primera vuelta muy buena, aunque engancháramos una serie de derrotas . Y la segunda se me hizo un poco más cuesta arriba, por el hecho de que a raíz del “all star” me lesioné, me rompí la mitad del tendón rotuliano. Estuve como dos o tres semanas jugando, arrastrando molestias que no me pasaban. Cuando me hicieron la resonancia y vieron la lesión que tenía, fue echarse las manos a la cabeza y decir “¡no me lo creo, no puede ser!”. Justo me cuadró estos dos meses de temporada que se pierden con esos dos meses que me quedaban así para ver si podía jugar alguno de los dos últimos partidos. Vale más aprovechar lo aprendido y experimentado en la primera vuelta y quedarse con eso, que fue lo bonito.

Cuando se fue a Santander tenía claro que quería dar ese salto, ¿cómo lo ve ahora en perspectiva?

Sí, si, claro. Lo del salto del año pasado era sí o sí. Era el momento, tenía que hacerlo y ya está. Y lo hice y no puedo estar más contento con el resultado. Conseguí el nivel que nunca había conseguido hasta ahora, físicamente me encontré mejor que en mi vida, conocí a un montón de jugadores, disfruté muchísimo de jugar en Superliga... Tuve la suerte de que empecé la temporada muy bien y puede jugar el “All Star”, aunque luego sufriese una lesión, y estoy muy contento. Y, si ahora tuviese que decidir, volvería, si puedo, a Superliga, teniendo unas condiciones favorables y junto con un proyecto que me interesase. Eso se te queda para siempre, son marcas en la piel que se te van a quedar para siempre.

¿Y se esperaba que lo llamasen para disputar el “All Star”?

Pues la verdad es que no –ríe–, teniendo en cuenta que jugaba con internacionales, que tenía un olímpico en el equipo, que había jugadores muy, muy destacados... pues me sorprendió que me llamasen para participar. Pero supongo que, al fin y al cabo, la Federación también quiere que, aparte de tener a los extranjeros, a las estrellas... quiere contar con jugadores de base, un poco más en la realidad de lo que del deporte es ahora mismo, que son jugadores españoles que quieren crecer, llegar arriba y que vean que tienen gente en la que fijarse. Haga lo que haga a partir de ahora lo que viví este año se me va a quedar para siempre, fue una decisión completamente acertada.

Y ahora ¿ya está pensando en su futuro?

Ahora el tema es tomar la decisión de decir si quiero seguir creciendo, seguir jugando arriba, ver hasta el nivel que llego, contando con que mi físico aguante bien y que este año consiguió una mejora espectacular, o quiero volver a echarles una mano a los de mi casa y estar con mi gente, trabajando, con mi familia... es lo que hay. Tengo ahora unos mesecitos de “cuarentena” para pensar lo que quiero hacer. Es una época de reflexión. Hasta que no tienes claras las ofertas, los caminos que puedes seguir y sobre todo las necesidades que tienes... Porque al fin y al cabo yo tengo aquí mi familia, todo, y se que los de mi pueblo estiman muchísimo que yo vuelva a jugar aquí, pero lo que hay que ver es qué es lo mejor para mi deportivamente, que es lo mejor a nivel de futuro personal, ya fuera del deporte, hay que valorarlo y saber qué me apetece a mi realmente.

“Lo que viví este año se me va a quedar para siempre”

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