El Ministerio del Interior diseña el dispositivo del traslado de los restos de Francisco Franco desde el Valle de los Caídos al cementerio de Mingorrubio, en El Pardo, un proceso en el que se priorizará la seguridad tanto antes de la exhumación como en la inhumación.

Fuentes de Interior y del Palacio de La Moncloa reconocen que el departamento lleva tiempo trabajando en este dispositivo aunque por razones de seguridad no se van a ofrecer detalles de cómo se va a desarrollar.

No obstante, resaltan que la premisa es garantizar la seguridad antes, durante y después del proceso de exhumación e inhumación posterior.

La demarcación del Valle de los Caídos corresponde a la Guardia Civil mientras que el cementerio de Mingorrubio es competencia de la Policía Nacional.

En el último Consejo de Ministros, celebrado el pasado viernes, la portavoz del Ejecutivo, Isabel Celaá, aseguró que quedan trámites para poder concluir el expediente administrativo, aunque la exhumación será “más pronto que tarde”.

Será hoy cuando el Tribunal Supremo vuelva a reunirse para responder a la familia Franco, que pidió una aclaración de sentencia de la Sala de lo Contencioso-Administrativo, favorable a la exhumación del dictador y a su reinhumación en el cementerio de El Pardo-Mingorrubio.

Medidas cautelares

También la Abogacía del Estado dio pasos para pedir al Supremo que levante las medidas cautelares que mantiene por el resto de recursos presentados contra la exhumación una vez que ya se ha pronunciado sobre el fondo del asunto y para trasladar la sentencia al juez José Yusti para que archive la causa que tiene abierta por la licencia de obra.

Por otra parte, el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero lamentó ayer la “ignorancia” y las actitudes “no democráticas” de quienes ponen en cuestión la ley de memoria histórica o lanzan “infamias” como la del dirigente de Vox Javier Ortega Smith contra las Trece Rosas.

En una entrevista en RNE, Zapatero señaló que no cree que se hayan leído la ley de memoria histórica quienes como Ortega Smith o la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, tanto la critican.