El líder del PP, Pablo Casado, salió de la reunión con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sin variar su postura y mantiene su oposición a pactar los presupuestos o la renovación de los órganos constitucionales, aunque cree que es posible llegar a otros acuerdos en el ámbito económico y sanitario.
En la rueda de prensa, tras la reunión de casi dos horas, dijo que ahora “la pelota está en el tejado” de Sánchez y confesó que no sale “satisfecho” del encuentro, sino que sigue “muy preocupado” porque el presidente pide una “adhesión inquebrantable a una gestión muy mala”.
Aunque aseguró que por él “no va a quedar”, rechazó negociar los presupuestos estatales, para los que se ha mostrado convencido de que Sánchez ya cuenta con los apoyos suficientes, porque “nadie” se lo negó, y solo busca un “ejercicio de aclamación” del PP y utilizar a este partido como “atrezzo”.
Casado justificó que no puede apoyar el presupuesto de un Gobierno con Podemos como socio, un partido “comunista, que pide la abdicación del rey, defiende la autodeterminación de Cataluña y quiere ‘blanquear’ a Bildu” y aparte de este principal escollo ha argumentado que no conoce ni una línea de las cuentas públicas.
También que estos presupuestos no son necesarios para recibir las ayudas europeas.
En lo que respecta a la renovación de los órganos constitucionales, Casado también asegura que no puede negociar con el Gobierno en el que está Podemos, un partido imputado por financiación ilegal, por lo que “el problema lo tienen ellos y no el PP”, ha dicho a Sánchez.
Así, aunque afirmó que por él “no va a quedar”, los únicos acuerdos que se vislumbran entre el PP y el Gobierno tras este encuentro, son una reforma legal para afrontar el coronavirus, la creación de una Agencia para la Recuperación Económica de España, o pactar el plan de recuperación y resiliencia para la UE.
Entendimiento con Cs
Por su parte, la líder de Cs, Inés Arrimadas, trasmitió ayer al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, su “voluntad real y firme” de negociar los próximos presupuestos a pesar de los muchos motivos que el Ejecutivo le dio para ser “críticos” con su gestión.
En rueda de prensa en el Palacio de La Moncloa tras reunirse con Sánchez, Arrimadas reconoció que ha visto “predisposición” en el jefe del Ejecutivo a negociar las cuentas con su partido y aunque no han fijado todavía una fecha para la primera reunión ha advertido que no se puede “perder el tiempo”.
Arrimadas pidió también que estos nuevos presupuestos sean “moderados, sensatos y no tengan ideologías perjudiciales” para el país, en alusión a los grupos Unidos Podemos, ERC o EH Bildu, y evitar así que se acaben “repartiendo entre Rufián, Otegi o Iglesias en un despacho”. l