Todavía depende de sí mismo, pero tras la estrepitosa derrota (72-54) cosechada ayer ante el Alcobendas, al Universitario se le complica mucho la clasificación para las semifinales de esta fase de ascenso. El cuadro departamental, desdibujado durante todo el encuentro, gestionó mal sus opciones en los últimos minutos y su desventaja se fue hasta los 18 puntos. Precisamente, casi los mismos (17) por los que hoy debe ganar al anfitrión, el Campus Promete, si quiere alcanzar las semifinales.
El cuadro departamental no fue ni la sombra de lo que exhibió durante la liga regular. Desbordado por el acierto de su oponente en el lanzamiento, sin capacidad para rebotear y falto de intensidad en defensa, las pupilas de Lino López se quedaron sin su arma más valiosa: la rapidez de su ataque. Las ferrolanas aguantaron bien un primer cuarto (19-18) en el que Mireia Vila, con dos triples, y Cris Pedrals, explotando su rapidez, fueron determinantes ante un adversario que poco tenía que ver con el que el día anterior había sucumbido ante Promete.
Declive
Pero llegó el segundo cuarto y, con él, las peores pesadillas de un Universitario demasiado ligero en defensa, que fue golpeado una y otra vez por la inspiración de Otero, Feaster o Velasco. Demasiados minutos sin anotar acumularon las de Lino López, sin definición en los pases interiores y con muchos problemas para marcar en estático. El parcial de 20-8 en el global del cuarto llevó a las ferrolanas al descanso trece puntos abajo en el marcador pero, sobre todo, con la nefasta sensación de que el partido tenía difícil arreglo.
La reanudación así lo confirmó. El Alcobendas, con Cuevas, Feaster y Salgado como estiletes, continuaba nutriendo su casillero, mientras que el Universitario se perdía una y otra vez en un juego embarullado, sin un referente anotador, que lo llevó a tocar fondo (52-34).
Pero, justo cuando todo parecía perecía perdido, una tímida reacción de las ferrolanas devolvió el juego al contexto que se esperaba. El cuadro de Lino López arrancó su máquina, Feaster hizo la cuarta personal y, Alcobendas comenzó a fallar sus tiros. El juego del Universitario se hizo más vivo y se metió de lleno del partido. Entró en el último cuarto solo cinco puntos abajo (54-49) y contó con dos balones para rebajar todavía más su desventaja. Ese fue, sin duda, el momento clave, porque cuando las dudas rondaban la cabeza de las madrileñas, esa incapacidad para ejecutar esos ataques, un triple de Irene Salgado y una técnica a Lino López frenaron la remontada ferrolana y lo hicieron caer, de nuevo, en un auténtico agujero negro.
La quinta personal de Arlen fue la puntilla. El duelo estaba perdido, pero todavía había mucho en juego pues, con la posibilidad de un triple empate como única posibilidad para clasificarse, el cuadro de Lino López necesitaba, al menos, reducir al mínimo esa desventaja. Pero tampoco ahí el Universitario gestionó correctamente sus cartas y, tremendamente impreciso en defensa, permitió que una desventaja de doce puntos a poco más de un minuto se elevase al final a 18.