La depuradora de Porto do Cabo, en Valdoviño necesitará nuevas inversiones para su puesta en funcionamiento. El gobierno socialista dirigido por Alberto González realizó ayer las primeras pruebas en esta infraestructura construida en 2011 con fondos del Plan E –nunca llegó a ponerse en marcha– de los que ahora el Estado, a través de Augas de Galicia, solicita su devolución.
Además del pago de la obra –el TSXG emitió una sentencia que obliga al Concello a pagar los 148.000 euros, intereses de demora incluidos, de la misma–, la administración local tendrá que hacer frente a nuevas inversiones en esta equipación. “Estamos a la espera de un informe del director de obra, pero lo que vimos en un primer momento es que habrá que realizar las conexiones eléctricas pertinentes que estaban sin acometer, y es posible que haya que cambiar las bombas y el pocero”, indicaba ayer el alcalde, Albergo González, tras este primera inspección de las instalaciones.
El gobierno se ha propuesto la puesta en marcha de la depuradora no solo para dar servicio a los vecinos que habían pagado el enganche a la red de saneamiento, sino también como una medida que alegar para no tener que devolver los 130.000 euros más sus correspondientes intereses de la ayuda concedida por el Estado a estas obras a través del Plan E que ahora les requiere Augas de Galicia por no comunicar la finalización de dichas obras.
El gobierno llevó este y otros asuntos –también tienen un requerimiento para devolver 115.000 euros más intereses (25.000 euros) de una partida destinada a gastos sociales de la que no se encuentra expediente alguno en el mencionado departamento– al pleno del pasado viernes en el que, por unanimidad, se acordó destinar el PAI de la Diputación –algo más de 209.000 euros– a amortizar la deuda del Concello.