La aprobación en el pleno del pasado jueves de los proyectos que se llevarán a cabo como inversiones financieramente sostenibles con el superávit de 2018 puso sobre la mesa el estado del presupuesto de 2020 que aún no ha sido dado a conocer y del que se aseguró que se estaba trabajando en su elaboración.

El alcalde, Ángel Mato, afirmó ayer que el borrador está en marcha “pero requiere un proceso largo con numerosos informes y en este momento estamos en esa fase, cada concejalía aporta su parte de necesidades y estamos poniéndolas en común y recabando informes de ingresos y gastos comprometidos para elaborar la propuesta formal de presupuestos”.

Aunque la cuantía todavía no está fijada –en el año 2018, los últimos aprobados superaron los 69 millones–, el regidor explicó que será el que permita la regla de gasto, señalando que se trata de un condicionante que “aunque se dice que es una buena herramienta contra la crisis, todos los Ayuntamientos en general vemos que no tiene ninguna lógica”. De hecho, explicó que “si por la razón que sea, con las necesidades que tenemos, no somos capaces de consumir todo el presupuesto, no tiene lógica restringirlo más porque es una pescadilla que se muerde la cola y terminamos el año con unos niveles de deuda muy bajos y acumulando superávit”.

Lo que sí tiene claro el alcalde es que el trabajo de su equipo se centra en mejorar los recursos humanos. “Desde el minuto uno hemos puesto en marcha un plan para intentar recapitalizar los recursos humanos de este ayuntamiento. Hemos ido abordando lo pendiente, véase por ejemplo el POS desde 2016, pero también queremos sacar la oferta de empleo público de los años 2018, 19 y 20 para que de alguna manera podamos disponer de los recursos humanos que permitan agilizar la tramitación de expedientes, ya que nuestro objetivo básico y fundamental es prestar unos buenos servicios públicos”.

Lo que no habrá este año es revisión de las ordenanzas fiscales. El Partido Popular se ocupó en el pleno de llamar la atención sobre este hecho, indicando, a través de su portavoz, José Manuel Rey, que el equipo de Mato “ha renunciado a la política fiscal y va a ser el cuarto año que no exista, lo que condiciona los presupuestos del año siguiente”. Resaltó así que a estas alturas del año “ya no es posible presentar ordenanzas fiscales, porque las de mayor capacidad de ingresos se devengan a 1 de enero y los plazos ya están superados”. Así, se mostró crítico señalando que “no es que no haya proyecto, es que no hay política económica y tengo serias dudas de que haya de gestión”.

El alcalde aseguró a este respecto que las ordenanzas tienen sus plazos y que será en el año 2020 cuando tocará revisarlas por parte de este ejecutivo.

Recordó, asimismo, que “llevan cinco años sin tocarse” y por lo tanto se dedicará tiempo para poder abordarlas de cara al próximo ejercicio.