El público de Madrid “enlorquece” con los temas de Miguel Poveda

El público de Madrid “enlorquece” con los temas de Miguel Poveda

A Miguel Poveda ningún poeta le "zarandea" el alma como Federico García Lorca, protagonista del concierto con el que esta noche ha hecho "enlorquecer" al público madrileño, rendido ante él tras un arrebatador viaje en el que su cante se ha alzado como medio de transporte hacia los versos que han marcado su vida.
Desde que leyó por primera vez "Soneto de la dulce queja", algo muy terrenal arrastró al cantaor al mundo de García Lorca. Ese mismo universo poético ha inundado hoy el festival "Noches del Botánico" durante un emocionante espectáculo para el que se agotaron las entradas hace semanas.
De la inconfundible voz de Poveda han salido los miles de "Federicos" por los que ha "transitado": el entusiasta, el viajero, el triste, el obsesionado por la muerte o el amante de la vida; todos ellos, habitantes de "Enlorquecido", un álbum que lanzó en mayo de este año bajo su propio sello discográfico -Blanca Records- y en el que recoge una selección de poemas de su poeta predilecto.
"Quiero dormir un rato/un rato, un minuto, un siglo/pero que todos sepan que no he muerto", ha recitado el catalán justo al inicio del concierto, enfundado en un elegante traje oscuro.
Esos versos, pertenecientes a la "Gacela de la muerte oscura", son la introducción del primer sencillo del disco, "No me encontraron", con el que Poveda se ha ganado el primer gran aplauso de la noche.
Detrás del artista, una pantalla ha emitido imágenes y animaciones relacionadas con la vida del escritor que han acompañado al público en un viaje de tres horas con parada en muchos de los lugares donde Lorca amó la vida, como su Fuente Vaqueros natal, Nueva York o La Habana.
En la primera parte del espectáculo han sonado varios temas relacionados con los poemas de la juventud de Lorca como "Alba", "Silencio" o "Federico y las delicadas criaturas", en la que aúna varias canciones populares.
Luego ha decidido ir hasta "el centro del corazón de Federico" interpretando cortes de su nuevo álbum, como "El poeta pide a su amor que le escriba" o "El amor duerme en el pecho del poeta", con los que se ha ganado varios "olé" y un "qué grande eres".
También le ha cantado "al amor libre" con la "Oda a Walt Whitman", acompañado por cuatro palmeros, y ha interpretado algunos poemas que hablan de la "obsesión" que el escritor tenía con la muerte.
"Quiero aprovechar que estamos aquí reunidos para devolverle a Federico todo el amor que él precisaba porque sabemos hoy día que mataron al hombre pero no al poeta", ha subrayado antes de sobrecoger al público con el "Grito hacia Roma desde la torre Chrysler Building" en defensa de los derechos humanos.
Puro contraste con el "Son de negros en Cuba", donde los músicos que acompañan al cantante han podido mostrar nuevamente el excelente trabajo musical que han hecho el compositor Joan Albert Amargós y el propio Poveda, quien quiso asumir el compromiso de componer gran parte de la música del álbum para crear un vínculo más íntimo con su poeta.
Tras un breve receso en el que el anfitrión ha dejado lucirse a su guitarrista, Jesús Guerrero, ha vuelto a irrumpir en el escenario -con distinta vestimenta- para dar un giro al espectáculo y conducirlo hacia un cante mucho más "jondo".
Sentado en una silla de enea y sin más acompañamiento que el de la guitarra y las palmas, ha logrado levantar a todo el público con un popurrí flamenco en el que ha tocado varios palos: tarantas, guajiras y tangos, a los que han seguido unas alegrías y unas bulerías como homenaje a Cádiz y a Camarón.
En ese gran fin de fiesta ha invitado al "tablao" improvisado a algunos compañeros de profesión que habían acudido al concierto, como el cantaor Israel Fernández o la bailaora Sara Baras.
Y es que la gira, que pronto "enlorquecerá" a otras ciudades como Punta Umbría (19 de julio), Almería (22 de julio) o Marbella (27 de julio), es también la celebración de sus treinta años en la música, un periodo en el que se ha nutrido de muchas de las grandes figuras del género y se ha ganado un lugar privilegiado en la escena flamenca.
Sin ganas de irse, Poveda ha prometido -como primicia- que volverá a la capital el 22 de septiembre con un concierto en el Teatro Circo Price y se ha despedido con "Voy a perder la cabeza por tu amor" y "La leyenda del Tiempo", una joya que demuestra que Federico está ahí para quien lo busque, llámese Camarón de la Isla, Enrique Morente, Carmen Linares o Miguel Poveda

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